José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Feliz Navidad
Soñó que se disfrazaba de Papá Noel e iba por todas las casas del pueblo entregando regalos a los vecinos. Las puertas entreabiertas y al lado del árbol o belén, pasteles, galletas y una tacita de leche para reponer fuerzas. Allí quería depositar todo tipo de juguetes: camiones articulados, patinetes, ropa deportiva. Pero en su pueblo no hay niños, sólo personas mayores. Son 10 vecinos que superan los 60 años, pero tienen un nexo de unión el grupo de wasap: “unpuebloes”.
Pues bien esa familia guasapera, utilizando las nuevas tecnologías, envió a Papá Noel mensajes en los que pedían diferentes regalos.
Ahí lo tenéis, acompañado de un grupo de duendes llegando a la primera casa, y los encuentra cantando al calor de la chimenea cantigas de taberna a las 4 de la mañana, a pleno pulmón. Tuvo que hacer uso de su dispositivo de invisibilidad para dejarles al lado del árbol sus pedidos: un set de vino tinto con un grabado personalizado, un marco de fotos con un enorme corazón y un perfume esencia de vida larga duración.
La segunda parada es en casa María. En estas fechas le acompañan los hijos, nueras, yernos y nietos. Todos duermen, salvo ella que está en la cocina preparando la gran comida de Navidad. Está tan ensimismada con el grupo de cacerolas y bandejas sobre la mesa que no se percata de nuestra llegada. Los duendes son poco silenciosos, se saciaron con las galletas que le correspondían, y los turrones que no habían comido los niños el día de Nochebuena. Le deja un kit mamá queridos recuerdos: un cojín personalizado con su foto preferida, una almohadilla térmica y unos calcetines zapatilla para andar por casa.
Son las tantas de la mañana, baja la calle cantando villancicos, con el saco a cuestas y los duendes fuera de sí. Se adentran en la casa de muñecas (así la llaman por su tamaño diminuto). Belén está sola, la mesa del salón llena de porras, churros, roscón….. Un olor intenso a chocolate caliente saliendo de las tazas. El reloj alemán siglo XIX de pared en perfecto estado que suena, gong, gong, gong, gong, gong, gong. Son las 6,00 despierta confuso y desorientado. Ella se sienta a su lado para darle el beso de buenos días.
Felices Navidades y un gran año 2019.