Pedro De Lorenzo y Macías
¿Quién era Luquitas? ¿Otro francesillo de Zúñiga?
Primera parte. (Referencia Diario de Pontevedra, de fecha 14 de octubre del 2018).
El escritor de La Horta y Prado hace una alusión de Cicerón en su tratado acerca de respublica: La historia ha de ser maestra de la vida. El historiador será erudito: que posea ciencia, veracidad, imparcialidad, severidad en sus juicios y afirmaciones para mostrar la misión político-social.
Defiendo este postulado y que debe ser riguroso al comentar hechos sobre personajes de la historia. Es el método kantiano que nos inculcaron en nuestros estudios, sobre todo en filosofía.
El erudito de este ensayo lo crea tomando sus raíces en la carta que Bobadilla envió a los Reyes Católicos, junto con los hermanos de Colón, presos, en donde alegaba ciertas acusaciones. Esta carta la encuentra en Simancas la historiadora Consuelo Bueno Varela, donde ella era la bibliotecaria; el documento de Bobadilla, firmado por él y por 23 señores.
No ha investigado al Personaje y sus secuaces, y otros, los menos, que fueron obligados a firmar dicho documento. No investigó quienes eran los 23 firmantes, ni el motivo del escrito. No puso en duda razonable su contenido. Lo juzgó: «Colón, pese a su grandeza, no es un personaje simpático. Ahora lo es aún menos».
Al final de su tercer viaje, Colon estaba física y mentalmente exhausto: su cuerpo afligido por artritis y sus ojos por oftalmia. En octubre de 1499, envió dos naves a España, pidiendo a la Corte designar a un comisionado real para ayudarlo a gobernar.
Para entonces, las acusaciones de tiranía e incompetencia de Colón como gobernador habían llegado a la Corte. La reina Isabel y el rey Fernando respondieron enviando a Bobadilla, miembro de la Orden de Calatrava, a investigar y ayudar a Colón en su gobierno. En vez de investigar y ayudar al Gran Nauta, liberó a los que se había levantado en revueltas y encarceló a los hermanos Colón.
Los envió presos a España, con el manuscrito encontrado en Simancas, calumniando a Colón, por mandato de rey Fernando y su secuaz Juan Rodríguez de Fonseca. El informe de 48 páginas, encontrado en 2006 en el Archivo General de Simancas, contiene testimonios de 23 personas, incluyendo enemigos y partidarios de Colón, acerca del trato de Colón y sus hermanos a los súbditos coloniales durante sus siete años de mandato: usaba la tortura y mutilación para gobernar.
De acuerdo con este informe, Colón castigó a un hombre culpable de robar maíz haciéndole cortar las orejas y la nariz, para venderlo luego como esclavo. Los testimonios registrados en el informe aseveran que Colón felicitó a su hermano Bartolomé por "defender a la familia", cuando este último ordenó que una mujer fuera forzada a desfilar desnuda en público y que su lengua fuera cortada por sugerir que Colón era de mal nacimiento.
El documento también describía el modo como Colón controló el descontento y revuelta de los nativos. Primero, ordenó una represión brutal en la que los nativos fueron asesinados y luego sus cuerpos desmembrados desfilados por las calles en un intento de desincentivar cualquier otra rebelión.
«El gobierno de Colón se distinguió por una forma de tiranía», afirma Consuelo Varela Bueno, historiadora española que estudió y publicó documentos. «Incluso quienes lo admiraban [a Colón] tuvieron que admitir las atrocidades que habían ocurrido».
No fueron los Reyes Católicos los que tomaron la iniciativa, sino que fue petición de Colón que le enviasen un comisionado real para ayudarle a gobernar, debido a las revueltas de los testaferros de Fernando El Católico.
Las manifestaciones que el hombre que robó maíz se llamase Lukitas, la mujer, desnuda y con la lengua cortada, que fuese una puta; que ambos quisieran casarse, le preguntamos al ilustre decano en investigaciones: ¿En qué se basa? ¿Tiene copia de dicho documento? ¿No será otra de sus invenciones novelescas a lo de Julio Verne? Tal vez no sepa que Julio Verne escribió sobre Colón y su invento no cuajó.
En el Capítulo 19 de EL HEBREO QUE DESCUBRIÓ AMÉRICA, analiza y profundiza esta carta que se comentan como novedad. El ensayo está en Librerías de Pontevedra. Es fácil hacerse con un ejemplar. ¡No es publicidad! Le invito a que los analice y pueda manifestar en qué pilares sostiene este romance de amor "Lukitas". Sus conclusiones:
"Hay mucho más que lo aquí descrito en ese documento. Ahí un Colón ladrón, avaricioso, tirano, psicópata, envidioso, ególatra y todo lo que a usted se le pueda ocurrir para describir a una pésima persona y a un malísimo gobernante". Con todo el respeto, supera en elogios a Rufián y termina usted modificando la Fiesta de la Hispanidad: "Pero así fue, mal que pese, y eso es lo que celebra España el 12 de octubre, el Día de la Hispanidad, cuando aquí lo único que hay que celebrar el Día de Luquitas". Su finalización.
Esto de Lukitas no se lo cree ni los amantes de Corín Tellado. ¿No habrá interpretado erróneamente el manifiesto de Bobadilla? Ahora como Madruga no lo puede defender como Colón, difama, ataca a un muerto. Los hermanos Colón fueron juzgados por los Reyes. ¿Por qué los absolvieron? Si hiciese las brutalidades que señala tendrían que ser entregado a la Santa Inquisición. Le dejaré constancia para su reflexión.
Haremos hincapié en el siguiente párrafo: Bobadilla llega a Santo Domingo. Solo estaba Diego. Leyó su nombramiento en la Iglesia y exigió la liberación de los presos. No reconoció su autoridad y fue hecho preso y confiscaron los bienes de la familia Colón. Liberó a los presos e interrogó a veintidós testigos sobre la mala conducta de los Colones y les hizo firmar dicho documento que se encontró en la Biblioteca de Simancas.
Requiere la presencia de los hermanos; llegan pacíficamente y fueron encarcelados y enviados a España. Isabel, convencida de su inocencia, los recibió: El 17 de diciembre de 1500 se presentaron ante los Reyes Católicos en Granada y el Almirante se echó a llorar, consolado por la reina, pero Bartolomé no lloró ni se arrodilló. Altanero les dijo que le habían hecho venir, que había perdido seis años de su vida pasando peligros y penalidades en el Nuevo Mundo, y que ahora que estaba todo hecho, era vejado y deshonrado, por lo que si ya no se le necesitaba reclamaba que se le pagasen todos sus sueldos, que con ellos reharía su vida.
Allí, la pareja real escuchó las suplicas de los hermanos, devolvieron su libertad y riqueza, y luego de mucha persuasión, aceptaron financiar el cuarto viaje de Colón. Viendo éstos su deterioro físico, nombran gobernador de las Indias a Nicolás de Ovando y Cáceres, sin retirarles sus cargos de almirante y virrey de las nuevas tierras.
¿Por qué no nombraron a Bobadilla? ¿Por qué este pliego de acusaciones no fue sostenido? Son dos interrogantes a responder. Acusar el fácil, como los políticos del momento, demostrar que los hechos imputados son reales requiere investigación y trabajo. El imputar delitos sin argumentos daña la imagen de personas. No piense en Luquitas, recuerde a Rita Barberá.
En el siguiente episodio demostraremos que tales acusaciones en ese manuscrito fue una maniobra política. Será sencillo de entender, ya que hay personas de mucha experiencia en esta disciplina. "Colón tendría sus defectos como todos; no ejerció la tiranía ni mutiló a ningún indígena".
El 12 de octubre lo han politizado. Muchos tratan de confundir al pueblo: en toda conquista, invasión en territorios ajenos, siempre hubo y habrá muertes, calamidades y abuso de los vencidos. Los ingleses y franceses conquistaron América del Norte y no se mezclaron con sus etnias, aniquilaron a la mayoría. Ningún reproche de su gesta.
Los españoles también aniquilaron, pero menos. Se mezclaron con los habitantes, dando origen a nuevos pueblos de Sudamérica. No se celebrará el "Día de Luquitas". Si recordarán "El Día del Historiador".
Pedro de Lorenzo y Macías