Roberto C. Agís Balboa
Gallegos del Año 2018 – La Tuna
El pasado jueves, 11 de octubre, tuve la gran suerte de asistir a la gala Gallegos del Año 2018 en Santiago de Compostela. Galicia, esa tierra con mar, tradición, la tierra de la emigración que acuño el término "morriña" y que ha dado tanto gallego ilustre a lo largo de su historia. La verdad, fue un acto muy emotivo para mí porque uno de esos premios fue a recaer a una institución que llevo en el corazón y a un grupo de gente maravillosa: la Tuna de Derecho de Santiago de Compostela. Mi más sincera enhorabuena por su gran trabajo y dedicación a mis amigos los tunos, herederos de los tiempos de la La Casa de la Troya, y como no, al resto de los premiados ese día.
Muchos os preguntaréis ¿por qué esa emoción y tanto respecto por la tuna? Ya lo dije muchas veces, para entenderlo de verdad hay que entrar en la tuna y vivirla desde dentro. Tantas aventuras vividas y por vivir con ese traje de tuno, la capa sobre los hombros y las cintas al viento. Esa sensación de compañerismo y buen rollo a lo largo de los años, pero respectando siempre a la institución per se, ser novato y con el tiempo llegar a ser tuno, el famoso bautizo en Platerías… ¡madre mía! son tantas aventuras, tanta gente y tantos años que podría escribir un libro sino más sobre ello.
Vi por primera vez a la tuna en 1994 tocando en una fiesta de la Universidad de Vigo. Aquel día me enamoré de la tuna y decidí entrar en la tuna. Ese primer año en Vigo nos llevó a varios lugares de España, Portugal e incluso llegamos a Francia y Alemania en un viaje de 15 días en un coche alquilado. Me cambié a la Universidad de Santiago de Compostela en 1995 y también tuve que cambiar de tuna. De aquella había 5 tunas en Santiago, incluso una femenina (Farmacia, Derecho, Medicina, Compostelana y la Tuniña). Ese año se cumplía el 500 aniversario de la fundación de la Universidad de Santiago de Compostela, y todas las tunas de Santiago participaron en la organización del V Certamen Internacional de Tunas de Santiago de Compostela (España). Como 30 tunas por las calles santiaguesas durante varios días… ¡Fue una pasada!
Yo entré en la noble y biennacida Tuna de Farmacia de Santiago de Compostela pues los había conocido como un año antes, y en ella me convertí en tuno al año siguiente (1996). ¡Aquel bautizo con vino tinto en la Fuente de Platerías, el baño en la fuente… xa choveu! Recuerdo los ensayos en el garaje y luego en un aula de la facultad de farmacia, los pasaclases, salir por la zona vieja a cantar y tocar, viajes a certámenes y algún que otro premio, el buen rollo entre las tunas de Santiago, ir de parche y a rondar a algún que otro balcón, ver a gente reír, cantar y llorar de emoción… En esta tuna estaría hasta que acabé la universidad unos años más tarde.
Volví a España después de más de una década emigrado por el mundo adelante, y allá por el 2015 me reencontré con la Tuna de Derecho de Santiago de Compostela que aglutina tunos de Derecho y de las desaparecidas Tuna de Medicina y de mi antigua tuna, la Tuna de Farmacia. Aquel día 24 de agosto del 2015 la Tuna de Derecho de Santiago de Compostela amenizó con su música y alegría las calles sanxenxinas. ¡Imágenes de ayer, fue irremediable, ese día volví a enfundarme el traje de tuno por primera vez después de casi 15 años…! Hasta el día de hoy he salido varias veces con la Tuna de Derecho por Santiago e incluso fui de viaje con ellos a Perú, llegando al mismísimo Machu Picchu vestidos de tunos. ¡Experiencia increíble! Alguno lloró de emoción…
El premio Gallegos del Año 2018 reconoce la trayectoria de la Tuna de Derecho de Santiago de Compostela, refundada en 1987. Su música y alegría contagiosa, sus premios y reconocimientos, certificados Trip Advisor, sus actuaciones a diario durante varios meses del año en la Plaza del Obradoiro, sus parches en eventos, bodas…animar con su música y alegría allá donde vayan…todo esto y más va implícito en el premio. Yo también creo que el premio reconoce la trayectoria de esta tradición secular, tan característica de las ciudades universitarias españolas y de otras partes del mundo, en especial de la capital gallega. Un premio a todas las tunas gallegas que han hecho posible que la institución de la tuna haya llegado a nuestros días.
Ojalá la juventud de hoy en día vuelva a refundar tunas como dijo Miguel al recoger el premio. Y como dice el estribillo de la famosa canción "Tuna Compostelana" (Cuando la tuna te dé serenata, No te enamores compostelana, Que cada cinta que adorna mi capa, Guarda un trocito de corazón, Ay tra la la lai la la la, No te enamores compostelana, Y deja la tuna pasar, Con su tra la la la la) ¡Viva la tuna!