Leyendas de Galicia Meiga: "A ponte do demo"

18 de agosto 2018
Actualizada: 18 de junio 2024

Agradecemos a todos los mandatarios del concello el no cambiar el nombre de lugares, calles, edificios. El conservar los vestigios históricos nos dan indicios para recuperar leyendas, nuestra historia.

La hospedería mercedaria, antes Colegio de Filosofía y Teología, nos ofrece esta bella panorámica. Al fondo divisamos unas casas, arbustos. A su lado está el riachuelo Rego. Un puente da paso hacia hasta el enigmático monasterio; lo denominaron "Ponte do Demo".

Ahí abajo estaba ubicado el antiguo cementerio, un molino (hoy ruinoso), un lavadero, mimado por un pequeño puente. Era abad Fray Sebastián de Nájara.

Rosendo era un fraile lego. No entendía de letras, pero sí de cuentas. Era trabajador, modesto, lleno de sabia humildad. Cautivó sus virtudes al abad. Lo nombró intendente y panadero de la comunidad.

Su compañero de viaje era un burro, flacucho, recio y de buen talante. No rebuznaba. Era ejemplo para parroquianos de antes y de ahora.

Los dos solían ir a Pontevedra. Compraba harina y otras viandas, necesarias para el buen alimento de la comunidad religiosa.

Regresaban de la villa; contentos y contando sus aventuras. El jumento, con las alforjas bien repletas, trotaba con alegría. Al llegar al puente, de súbito, el demonio entra en escena; hace cabriolas indecentes; sus ojos, boca arrojaban fuego, impidiendo el paso a nuestros amigos.

El beato burro sufrió un ataque de histeria, hacía aspavientos. Rosendo, lleno de miedo, agarraba de las riendas, intentaba tranquilizarlo. El satánico se burlaba y seguía con su guisa.

Ya desesperado el fraile, se santiguó.  Desaparece como una ráfaga el maldito. Sudando, ya de miedo, ya del terrible esfuerzo, cuenta al abad el acontecimiento. Éste, lleno de piedad, le entrega un frasco de agua bendita al piadoso lego. El suceso se comenta en capítulo.

Otro viaje de urgencia a la villa. Era feria y había gran afluencia de gentes. Ya de vuelta, el chulesco diablo, sentado en uno de los bordes, con su tridente de fuego, increpó a la ilustre pareja. Fray Rosendo, abrió el frasco y lo roció con agua bendita. Se escucharon chillidos infernales, de dolor, angustia, desesperación. ¡Satanás ha sido derrotado!

Los vecinos, testigos, se arrodillaron, rezaron para desechar los males diabólicos. Al puente le denominaron "Ponte do Demo".

¡Qué fácil era antes vencer las influencias demoniacas! Ahora pasean campechanas por todos los estamentos sociales.

Agradecemos a todos los mandatarios del concello el no cambiar el nombre de lugares, calles, edificios. El conservar los vestigios históricos nos dan indicios para recuperar leyendas, nuestra historia.

En San Vicente de Cerponzones existe un puente de gran relevancia del Concello Pontevedra: "Puente Malvar". En breve comentaremos su origen, sus leyendas.

¡Salud, buen caminar y fortuna!

 

Pedro de Lorenzo y Macías.