Pedro De Lorenzo y Macías
La hoguera: Historia, tradición, leyenda
Fotografía: @Xoan Arco da Vella.
Nuestro pueblo celta celebraba el solsticio de verano con hogueras. El Beltaine: "el misterio cósmico". Era la noche de festivales del fuego, de la magia. Oráculos, adivinaciones, el embrujo del amor: Engatusa a las amantes parejas; saltaban lo más alto, sobre las llamas, creyendo que sus frutos tendrían la misma proporción de su salto en altura.
El Fuego, elemento divino, murmuraba a las doncellas sobre sus futuros esposos; expulsaba, alejaba espíritus negativos, demonios. Les solicitaban que les proporcionasen buenas cosechas, hijos sanos y fuertes.
En el equinoccio primaveral las nieves, brumas, oscuras nieblas son desterradas por el despertar del "fuego": el sol. Nuestras etnias antergas soltaban el ganado hacia pastos, montes. Ya brotaba una nueva vida en el entorno, en sus campos, huertas. Lo celebraban con grandes palos floridos, en su cima el fuego daba gracias a sus deidades.
Al inicio de Mayo copulaban El Dios y La Diosa, protectores de la fertilidad, de la continuación de la vida. Las parejas, para no ofender a sus dioses, retrasaban sus bodas. Esperaban a la luna llena de junio, el solsticio de verano: Beltaine.
Era el mes para elaborar la miel. En la noche más corta del año, celebraban el rito matrimonial encendiendo hogueras. Había competitividad "quién saltaba más alto". Creían que con estos hechos daban más fuerza al Sol, al cual veneraban. Ya amanece; se bañan en el nacimiento de ríos, manantiales, con aguas de diversas fuentes; todas aromadas de olorosas plantas. Se consumaban los casorios. La mujer decidía el tiempo del contrato conyugal: por unos años, para tener hijos.
En su primer mes la tribu los mantenía con comida y bebida de miel. Este es el origen de nuestra "Luna de Miel" en casorios.
Nuestros Celtas, en tiempos de antaño, celebraban este rito. Se acoplaban al entorno que habitaban. Construían sus castros en laderas de altos montes, cercanos a fuentes, ríos, mar. Creían que el mundo estaba formado por cuatro elementos: Fuego, Tierra, Agua y Aire, unidos por la energía cósmica.
El curso anual lo dividía en dos solsticios: Samain y Beltaine; en dos equinoccios. Pensaban que se abrían las puertas y era el contacto con las incógnitas del mundo cósmico.
Los esenios, comunidad secreta, habitaban en las orillas del Mar Muerto. Vivían en comunidad y compartían los bienes terrenales. Eran ascéticos. Josefo, historiador judío, manifiesta: "La base de esa comunidad no era el lazo de sangre, sino el celo en la virtud, en el amor a la humanidad".
Para evitar la perversión con otras sectas materialistas, habitaban en los desiertos, dedicados a la vida espiritual. Veneraban el Sol como símbolo de la Luz y del Fuego, la fuente de las cuales creían que era "El Desconocido", Dios.
Juan el Bautista era el enviado de los esenios para predicar la Nueva Fe, abriendo camino para el Mesías. El agua, el purificarse en ella, era abandonar el materialismo e iniciarse en el camino de la sabiduría, de la espiritualidad.
Las ruinas de Qumrári hay vestigios que era un templo dedicado al sol.
La gran habitación tenía dos altares en el extremo oriental. En el solsticio de veranos, los rayos del sol poniente, con inclinación de 286 grados a lo largo del eje longitudinal del edificio, iluminaban la pared oriental. Estaba orientada en el mismo ángulo que los santuarios egipcios dedicados al sol. Flavio Josefo y el filósofo Filón escribieron: "los esenios eran adoradores del Sol".
En 1947 en las cuevas de Qumram (Mar Muerto) se encontró un manual de disciplina; en sus manuscritos se entrevé que habían contactado con un Cristo Cósmico, sito en el corazón del universo: energía y materia. Se lee: "Por su conocimiento todo ha sido hecho y todo lo que es; lo estableció por su propósito, aparte de él, nada es hecho".
Analizados la filosofía de estas etnias celta y esenia, encontraremos el origen de la festividad de la noche de San Juan. Tengamos en cuenta que el Agua y el Fuego son dos elementos muy reverenciados por las dos etnias.
No hay datos ciertos para establecer cuando se hermanaron estas dos filosofías. Ya no se celebra en el inicio de la luna llena de junio. En nuestra tierra la encausaron en el inicio de la noche del 24: "San Juan".
Los rituales se conservan. Saltan el fuego, bailan en su honor; lo homenajean con sardinas, empanadas, música. ¡Es fiesta! Alegría y guiños de amor.
Al amanecer se bañan en playas, en ríos, en bañeras aromadas de varias plantas: Fento, Abeluria, Hinojo, Hierba Luisa, Romero, Sabugueiro, Loureiro, Flor de San Juan y otras. ¡Buenas hogueras, festejos y baños aromáticos!
Hay muchas opiniones sobre la unión de estas dos etnias: celta y esenia. Hay datos que los primeros cristianos eran esenios y nuestra etnia los aceptó por la similitud de sus ritos: fuego y agua. La iglesia potenció esta hermandad, siendo una de las festividades de más encanto, de duende, de enamoramiento. ¡Feliz Noche de San Juan!
Pedro de Lorenzo y Macías