Pedro De Lorenzo y Macías
"El río Gafos se queja, se reivindica"
Fotografías: @Sofía Lorenzo
¡Ya hace tiempo que no hago acto de presencia, amiguete! Recuerdo tus aguas cristalinas revoltosas, cariñosas. Los alegres zapateros te acariciaban, rebosaban de contento. Las truchas y otros pescaditos desfrutaban en tus entrañas. Estabas de un contento, de una prepotencia… A veces eras un poco plasma, pero fuiste el encanto de nuestra infancia.
Te veo turbio, sucio, en penumbra de silencio. ¿Qué te ocurre? Tus amigos Vaipolorio, amiguetes de Campolongo te cuidan, te limpian los desechos, tratan de que recuperes tu encanto, tu duende. ¡No te comprendo!
"¿Te sorprende que esté cabreado? Sí, es cierto. Mis amigos limpian; llego lleno de mugre a mi destino. No hay fábricas en mi curso, en mi senda. ¿Quién me contamina?"
¡Te estás volviendo de un borde de…! ¡Canastos! ¿Te manifiestas y gritas? ¡Vaya pancarta! ¡Como se enteren las autoridades, te van a desecar! ¿No te estás pasando ya de podemista?
"Molesta la pancarta. ¡Sí! Llevo 48 años enterrado en estas catacumbas, con 800 metros de putrefactas oscuridades. ¿Te molesta? Los políticos pierden y gastan el dinero de todos vosotros en discutir "la condena permanente revisable". Menudas estúpidas discusiones en beneficios de asesinos, violadores, gente despreciable. A ellos los miman. ¿He cometido yo algún crimen? ¿Merezco la condena eterna?".
Tú, amigo, fuiste nuestro amiguete de infancia. Disfrutamos de ti. Eras muy presumido. Jugueteabas con molinos, eras espejo complaciente de las esforzadas lavanderas, gozabas con nuestros buceos en tus limpias aguas de entonces.
¡Ya recuerdo! Humberto, el casero, con su perro Pinky, el Calderilla, Mascarroñas, las disputas de Don Victor y el Farmacias. El moro Juán y su general.. ¡Sí! Muchas bellas añoranzas.
"Tus amigos, unos fallecidos, te han pedido que escribas todas las hazañas de vuestra generación para dejar constancia de mi abolengo, del hermoso Pazo de edénica finca que con mimo la alimentaba. ¿Has hecho algo? ¿Guardas fotos de esos tiempos? ¡No! El Badanas y tú erais bohemios, no os gustaba las fotos ni tomar notas de acontecimientos. ¿Cómo te la vas arreglar para describir aquellos días?"
¡Fácil! Todo tiene solución. ¡Narices! ¿Recuerdas el lavadero junto a la casa del General?
Era de ocho años. Los amiguetes comentaban que los martes, de mañana, se peleaban en el lavadero dos señoras, siempre las mismas. Me convencieron e hice gata: "Olvidé el colegio". Agazapados esperamos algún tiempo. Llega la Maruja, bien rellena y con unas pechugas envidiadas por el Barça; toma el mando y acapara dos puestos, el de ella y el de la Pescantina, delgada, mal encarada, y con poco delantera. Ve su puesto ocupado y recrimina a Maruja. Le responde con una bofetada y se armó la de Troya. Se tiraban de los pelos, rompían sus ropas, dejando sus tetas al aire, enseñando sus verguenzas ¡Gran espectáculo! Llega la policía y nos fugamos.
"¿Vas recordando? Pero tienes mucho que contar. Sobre todo tus andares por mis antiguos dominios, quién me ultrajó y por qué; el Marqués de Leis dejaba este espacio para disfrute de los ciudadanos…"
¡Ya hablaremos de ello! Por tu culpa, ese día. ¡Sí, el de la pelea! Recibí unos buenos cachetes en casa y en el cole me arrodillaron, con los brazos en cruz, sosteniendo dos "álvarez", que eran buenos textos. Supe lo duro que es la enseñanza. ¡No sonrías! Intentaré con la ayuda de los amigos de Camplongo, Vaipolorio aflorar lo importante que fuiste en nuestra infancia. Sigue revindicando, que está de moda.
Pedro de Lorenzo y Macías.