Marisa Lozano Fuego
Mariposas de hiel
y se adentra en las carnes esa furia tan rara,
como un ansia terrible de morir y matar
porque hay mundos hostiles que nos vienen gigantes,
y añoramos los tiempos inocentes del antes,
y se agotan las fuerzas para abrirse y luchar.
Envejece tu cuerpo, se desata tu rabia
y en las venas corruptas se emponzoña la savia…
No, no vale ser niña y no vale temer
porque un mundo de lobos te golpea las sienes
y no sabes, cariño, ya si vuelves o vienes,
y las luces del alba ya te quieren morder.
Despedazan tu arteria los principios heridos,
intentando abrir paso caprichosos latidos..
Pero no, ya estás muerta, solo sabes herir
pues si a hierro te matan, te defiendes a escudo,
asesinas el aire sin fusiles ni embudo,
es el arte, preciosa, de aprender a vivir.
Como dice Mafalda, o tú cambias el Mundo
o él te cambia las venas, desdeñoso e inmundo,
no se puede vivir en palacios de tul
y en los mares más fieros amaneces mojada,
con los párpados prietos y la vida entregada,
con las venas abiertas, derramando tu azul.
Cualquier día se abre una brecha en tu cuello
y te salen palabras vomitando a degüello
esta injuria poema de la fraternidad,
cualquier día te cansas de fingir mariposas
sobrevuelas gritando sobre todas las cosas
ese cerco terrible del país libertad.
Cualquier noche te adhieres a volar más deprisa,
y le partes la cara a tu vena sumisa,
y renaces más Fénix que una gota de sol.
Cualquier tarde le escupes la verdad en los labios
a esos rostros oscuros , a esos cocos tan sabios,
cualquier día revientas este idiota guiñol.
Ya quisieran, muchacha, que tu yugo rindieras,
que sin ruido y en calma de la vida te fueras,
ya quisieran oírte deshacerte y llorar,
Qué penuria que intentes recaer en lo mismo…
renacer como fiera de ese tórrido abismo,
¡Qué tristeza que adores resurgir y brotar!
Y sabéis , enemigos, que mi piel no se toca,
ni se vende mi llanto ni se calla mi boca,
ni se insulta la letra que devora mi piel,
y sabéis, mil falacias vertiréis en mi pelo,
que seré de miserias repelente y pañuelo,
volveré en mariposas vuestro reino de hiel.