Jesús Sueiro
Sanxenxo es Turismo
El año 2017 fue un año de records a nivel turismo en Galicia, en Rías Baixas, en O Salnés y por supuesto en Sanxenxo. Todos los indicadores nos dicen que la ocupación creció considerablemente con respecto a 2016 (que ya había sido un muy buen año). No voy a enredar con demasiadas cifras, pero si voy a dar una pequeña pincelada con respecto a Sanxenxo. A día de hoy, Sanxenxo dispone prácticamente de una plaza turística por habitante. Más de 17.500 plazas regladas entre hoteles, campings, apartamentos turísticos, etc. Podemos presumir de tener más del 60% de las plazas turísticas do Salnés, que suponen más del 25 % de las plazas de toda la provincia. Tenemos más de 115 distintivos de calidad SICTED, más de 35 distintivos Q de calidad, segundo ayuntamiento por detrás de Madrid. En solo dos años Mejor Destino SICTED y segundo finalista al Mejor Destino SICTED. Todos estos datos nos deben llenar de orgullo, pero sin renunciar a seguir trabajando para mejorar.
Sanxenxo lleva más de 100 años siendo un destino familiar de descanso y desconexión para nuestros visitantes. En 2015 entregamos la Cebolla de Oro al Hotel la Terraza, que cumplía 100 años. Además, hace un par de meses, cayó en mis manos un ejemplar de un libro recopilatorio de noticias de Sanxenxo entre 1900 y 1905. En una de sus páginas se recoge una noticia con foto fechada en abril de 1905, donde aparecen diferentes vecinos y "bañistas" incluido el Aviador Piñeiro. En el pie de página se puede leer algo así como "Turistas y vecinos de Sangenjo. La villa lleva décadas siendo elegida como lugar de reposo por foráneos. A falta de hoteles, las casas empiezan a ser un negocio…". Ya en 1905 se decía que décadas atrás empezaron nuestros bisabuelos y tatarabuelos a hacer del turismo un medio de vida, un negocio. Podemos decir sin pelos en la lengua que fue el germen de lo que hoy somos. Y sí, por supuesto que cambió. No tiene nada que ver la Playa de Silgar de aquel entonces, con la Casa de Baños, con el Silgar de hoy en día. Ni tiene nada que ver las casas que los vecinos alquilaban a los veraneantes, con los hoteles, apartamentos o campings modernos; ni nada tiene que ver aquel Sanxenxo donde un joven ayudante de telegrafista repartía las felicitaciones del día del Carmen puerta a puerta, con el de hoy en día, donde lo efectivo es el whatsapp; faltaría más…
El Sanxenxo actual es el fruto del trabajo y el esfuerzo de aquellos que se decidieron a alquilar sus modestas casas a aquellos primeros "turistas", de los que continuaron construyendo los primeros hoteles, los que daban de comer en tascas y bares, los que luego siguieron invirtiendo en modernizar sus instalaciones, los que apostaron por nuevos hoteles con mejores calidades, los que apostaron por jugar con la gastronomía, los que apostaron por nuevos productos como la enología, la náutica, el deporte, la salud, y un largo etcétera. Lo que si queda claro con este breve resumen es que Sanxenxo fue y es Turismo. Pero hubo que diferenciarse, porque la competencia es brutal. Y apostar clara y firmemente por la calidad en los servicios en estos últimos tiempos, ayudó y sigue ayudando a mejorar año tras año los datos de ocupación, a alargar un poquito las temporadas y a que seamos más conocidos, si cabe, a nivel nacional.
Personalmente, estoy orgulloso de formar parte (aunque sea como unminúsculo grano arena de la playa de Silgar) de todos aquellos que apostaron y apuestan por trabajar y seguir trabajando por Sanxenxo. No comparto, aunque respeto, la opinión de aquellos que solo critican y censuran para tratar de manchar la marca Sanxenxo, sin criterio ni argumentos de peso. Solo me queda dar la enhorabuena a todos y cada uno de los empresarios del sector que siguen trabajando por la buena imagen de este maravilloso Pueblo.