Edith Gómez
4 prácticas que te mantendrán la energía alta
Todos tenemos días en los que nos despertamos con la mejor actitud para afrontar la jornada, el ánimo por las nubes, el sentimiento de que seremos altamente productivos y lo más importante, esa energía avasallante que nos susurra que ese día todo va a salir bien. Sin embargo, hay otros días en los que no corremos con la misma suerte. Nos despertamos y deseamos seguir durmiendo o quedarnos en casa sin tener que hacer nada.
Podemos ser víctimas de la desmotivación por muchas causas, una de ella es que el trabajo que realizas ya no te llena, si esto te pasa, te recomiendo mirar estas frases de motivación en Gananci para ser feliz en tu trabajo. Si el problema es más grave y crees que no tiene solución es momento de buscar otros rumbos.
Por otro lado, si la situación es que, aunque te agrada lo que haces, el problema es la falta de energía, a continuación, encontrarás algunos tips que te ayudarán a elevarla si los pones en práctica.
1.- Descansa óptimamente: que duermas las horas que crees que son necesarias para tu cuerpo no es lo único que necesitas para estar descansado. El sueño tiene varias etapas y si no las cumples como es debido, no podrás obtener los beneficios del descanso óptimo. Cuando duermes bien tus células se regeneran, tu cuerpo se prepara para el día siguiente, tu corazón se fortalece, entre muchos beneficios más.
Así que, si estás sufriendo de baja energía, revisa tus hábitos de descanso y modifícalos por tu propio bien. Cuando somos jóvenes no notamos tanto el impacto de la falta de sueño, pero este definitivamente te pasará factura más adelante.
2.- No te saltes el desayuno: tu cuerpo es una máquina orgánica perfecta, para que esta funcione a los niveles deseados debes proveerle combustible de calidad. Un café y un muffin no es un desayuno de campeones. Asegúrate que los alimentos con los que rompes el ayuno de la noche sean de calidad y te brinden los nutrientes que necesites para mantenerte activo durante todo el día.
3.- Haz una lista: cuando te sientas sin ganas de hacer nada, una buena idea es repasar en tu mente las razones que tienes para estar contento. Puede parecer superficial, pero es que pocas veces nos damos el tiempo de prestarles atención a las bendiciones que poseemos.
Tendemos a la queja y a fijarnos en aquellas cosas que no nos agradan de nuestra vida, pero si logramos agrandar las cosas buenas que nos rodean, nos sentiremos más contentos y llenos de vitalidad. En esta lista puedes incluir logros personales, tu carrera profesional, tus amigos, familia, etc. Cualquier cosa que te agrade de ti mismo y que hayas alcanzado gracias a tu esfuerzo o a lo que otros hayan hecho por ti.
Además, es aun mejor que cada vez que sientas la necesidad de repasar la lista, agregues un elemento nuevo. Obviamente esto no es algo que te subirá el ánimo instantáneamente, pero sí te impulsará a esforzarte de buena gana y no solo porque sea una obligación.
4.- Ten claro a dónde quieres llegar: una de las cosas que nos hacen sentir desmotivados es porque caemos en una rutina que parece un ciclo infinito al que ni le vimos el principio, y aun menos vislumbramos el final. Por eso, cuando te sientas sin ánimo, pregúntate ¿para qué estás haciendo eso? Si sabes cuál es la ganancia y esta te impulsa a seguir, no la pierdas de vista.
La ganancia puede ser monetaria, en conocimiento, en alegrías, en satisfacciones. Solo tú eres el que decide si vale la pena, y si de verdad lo vale, toma el proceso con una sonrisa y con la mejor de las disposiciones, verás cómo se hace más fácil el camino debido a tus ganas de recorrerlo. Mira la diferencia entre la gente positiva y la gente negativa para que sepas todos los beneficios que obtienes solo con mejorar tu actitud.
Tener una energía elevada no significa que vas a estar todo el día con ganas de correr, brincar, bailar y saltar, sino que tienes una moral alta que te permite realizar cada una de tus actividades sin que tu ánimo decaiga, o cuando este lo haga -porque a todos nos puede ocurrir- tienes las herramientas para volver a tu estado ideal.