Manuel Pérez Lourido
Tocanarices de whatsapp
Seguro que usted, amable lector, sabe lo que es el whatsapp. A partir de ahora, guasap, que es más fácil. Seguro que es usuario, además. Hablamos de la aplicación de comunicación a través de móvil más usada en el mundo (más de 1.200 millones de clientes) y de que España es el país europeo donde más se utiliza.
Bien, hablemos de cositas de guasap. Por ejemplo: los contactos que tenemos en esa aplicación a veces se agrupan en rebaños, es decir, en grupos. Son los famosos grupos de guasap. La prueba más palpable de que la humanidad camina inexorablemente hacia su exterminio. Pues bien, en cada grupo de guasap hay, por lo menos, un ejemplar que se dedica a tocarle al resto las narices.. Su cometido es enviar continuamente mensajes larguísimos que previamente ha copiado y pegado de otra parte. Probablemente, de un abismo de mensajes para incitar al homicidio, o algo así. No importa el contenido, no importa el tamaño o grosor de la gilipollez que esté compartiendo: lo importante es tocar las narices. Muchos de estos mensajes terminan con una apelación a que reenvíes esa mierda a equis amigos/as bajo terribles amenazas de sufrir equis años de mala suerte, reflujo instentinal,hemorroides y/o multas de tráfico. ¿Qué se puede hacer contra eso? A no ser que seas administrador del chat, salvo darte de baja del grupo o cometer un asesinato (que sería como dar de baja al tocanarices por la vía rápida) no hay mucho más.
No importa que estés encantado con tu grupo de guasap, conectándote con gente a la que sueles ver cada dos por tres y tal... llegará el día del tocanarices. La mayoría de ellos (o ellas) no saben que tienen un alma de tocanarices hasta que se meten en un grupo de guasap o de facebook (este último abismo lo dejaremos para otra ocasión). Y ni siquiera después: seguramente piensan que su función en la vida es colgar esas trapalladas en los grupos o que realmente están cumpliendo una labor social. Divulgando memeces sin pararse ni un segundo a reflexionar sobre ellas. Su función en la vida. Y mientras, son odiados en secreto por el resto de los miembros del grupo, que no tienen las narices suficientes, o las tienen demasiado hinchadas, para hacerles ver lo estúpido de su conducta. Tal vez me noten algo crispado. Sí, soy usuario de guasap. Sí, estoy en varios grupos de guasap. Sí, sufro a varios tocanarices profesionales. Cantaba Sandro Giacobbe: "la vida es así, no la he inventado yo".