Manuel Pérez Lourido
Zidane forever
Zidane era un soseras que ejercía de segundo de otro que no era tampoco la alegría de la huerta, pero que tumbó al MessiBarsa (2-1) en Copa y luego se llevó la Décima para Madrid. Ancelotti, no sé si aún se acuerda alguno de él.
Zidane era un soseras que tenía al Castillas deambulando entre la nada y el vacío, cuando la temporada siguiente Florencio lo puso al frente del filial, preparándolo para el salto. Cuando el vestuario merengue pidió un Benítez en escabeche para la cena, allá por Enero del año pasado, nos temíamos lo peor.
Zidane fue el soseras que subió al primer equipo mientras los más sensatos nos buscábamos la cabeza para echarnos las manos a ella. Pierde en el Bernabéu ante el Atleti (0-1) y los más avisados salimos al balcón a vociferar: "¡Ya lo decíamos nosotros!". Se le gana al MessiBarsa en el Campo Nuevo (1-2) y se acaba la liga de 2º. Y otra vez final de Champiñones ante el Atleti. No está muy claro qué será será de Zidenide Zidane. El partido de Milán nos lo dirá. La cosa llega a los penaltis y quedó demostrado que la flor de Miguel Muñoz, que retoñó con Del Bosque, puede volver a brotar de las manos del francés. Ponemos "de las manos" pero ustedes ya saben de donde brota.
Zidane fue, esta temporada, el soseras que le dio al Madrid Liga y Champions. El que agrupó y administró las fuerzas de una plantilla excepcional dejando satisfechos a todos a excepción de James y de Pepe. Pero un futbolista que engaña en su nombre (¿por que no se dice "lleims", rayo?) no es de fiar. Y otro que se llama "Pepe". En fin.
Ergo, al Madrid le van los soseras, los entrenadores que parece que pasaban por allí, los que alaban a los futbolistas cuando el equipo gana y encajan cuando pierde.
Y se acabó. Hay que reconocer cuando uno se equivoca. Zinedine Soseras Zidane forever.