Manuel Pérez Lourido
Primarias y metabolismo
Una senadora del PP asegura que hubiera sobrevivido al Holocausto por su metabolismo vago. Sin quererlo, nos revela la razón por la que Rajoy ha sobrevivido a otro holocausto, el de la corrupción. El metabolismo vago se postula como la clave de misterios insondables (hasta ahora).
Mientras, al otro lado del telón de acero, las mesnadas socialistas (es un decir lo de mesnadas, y más aún lo de socialistas) escenifican el paseíllo de Susana I. Tanto tiempo en toriles y por fin la vemos saltando al ruedo ibérico. La acompañan antiguos espadas, cogidos por el paso del tiempo y las puertas giratorias, escenificando una especie de reposición de una teleserie en blanco y negro. Una especie de Crónicas de un pueblo pero esta vez con menor audiencia, seguramente. Enfrente, el PSOE 3.0, el pesoe de la épica y del No, ni de coña, el psoe que se le ha atrangantado al psoe. Plantará cara. En medio, o no se sabe de qué lado, Patxi Vázquez se esfuerza por decir aquí estoy yo y le sale aquí, aquí. El militante gira la cabeza pero solo ve a Pedro y a Susana, a Susana y a Pedro. Nadie sabe a qué psoe representa Vázquez, nadie adivina qué hace ahí. Seguramente todo es debido algo relacionado con su metabolismo.
La derechización del psoe, un mecanismo ciego e imparable que puso en marcha González en tiempos más felices para el partido (y probablemente para el país), junto al devenir de la historia económica y financiera más reciente y a las subsiguientes recetas neoliberales dieron a luz a Podemos o La Bicha. La antimateria. El antihéroe más temido por la vieja guardia socialista, la piedrecita que amenaza con reventar los engranajes de la antigua fábrica de votos. Y así, los otrora héroes del pueblo, saltan de sus cómodos despachos como movidos por un resorte y se presentan ante el pueblo vestidos con sus batas de Cuentacuentos y sus luengas barbas curtidas en mil historietas. Se lo jugarán a una carta: la retadora mandíbula de Susana. La mujer que dijo que iba a coser el partido cuando quería decir que le iba a descoser la sonrisa a Sánchez. Pedro Sánchez El Deseado, el único capaz de ligar con La Bicha mientras besa a Ciudadanos, el nuevo Enemigo de la Historia del Partido Socialista Ogrero Español (es lo más honesto que se puede hacer con esas siglas).
Va a ser una lucha a muerte. A susto o muerte. Susana asusta incluso entre los suyos, mientras que otros pronostican la defunción del partido si vuelve Sánchez. Va a ser difícil que todo quede en pie tras la trifulca. No es descabellado pronosticar una fractura del partido: existen ahora más opciones donde puede recalar la militancia desencantada. Los contendientes empiezan a llamar la atención, cada uno a su manera. Pedro se recorre la península mientras inicia una campaña de crowdfunding que sienta mal en Ferraz y ve como se bloquean cientos de afiliaciones entre sus seguidores. Susana no tiene problemas en abrir una cuenta en casa, digo en Ferraz, y dice que su piel suda psoe por todos los poros. Lo juro. O sea, juro que lo ha dicho. No se sabe si ha habido un notario que lo registrase con vistas a una futura canonización. Pedro, en cambio, sabe que va a sudar tinta china para pelear contra la andaluza y todo lo que tiene detrás (vieja guardia, aparato del partido, medios, lobbys económicos). Patxi se toma unos katxis y a vivir. No le hace caso ni el tato. Suena Pasaba por aquí, de Aute. Mientras, la Mesa del Congreso (integrada por representantes de PP, PSOE y Ciudadanos) veta varias preguntas parlamentearias de IU sobre el patrimonio del rey emérito. Ese que dijo que todos somos iguales ante la ley. Es decir, se nos niega el derecho a recibir explicaciones sobre las finanzas de la casa real, a la que sostenemos con nuestros impuestos. Esto también lo tiene que explica el metabolismo vago, o algo.