Manuel Pérez Lourido
Marcianos que ven la tele
A veces veo El Intermiedo, un programa de la televisión que mezcla humor e información y, de vez en cuando, información y humor. Lo lleva un tipo feo que se hace llamar el gran Wisconsin o algo así. Tiene unas cejas espesas que se mueven a pilas y suele llevar unas tiras elásticas a los lados de la camisa que sujeta en los pantalones (las tiras, no la camisa). Habla deprisa y suelta chiste malos, pero nadie le dice nada porque es el que manda. Le ayuda una chica guapa y sosa o sosa y guapa, sería difícil precisar. Hacen un equipo bastante apañado, o como se diga, que yo soy marciano y los marcianos no tenemos por qué ser Vargas Llosa (que es uno al que todos admiran mientras odian, o odian mientras admiran: todo esto es muy difícil). A veces dan paso a otro colaborador de barbita que se pasa todo el tiempo haciéndose el simpático. Sus chistes son mejores que los del gran Wisconsin, pero tampoco te vayas a creer. Aún hay más colaboradores: una muchacha delgada y dicharachera que hace entrevistas con gafas. O sea, tiene gafas y hace entrevistas. Con ellas puestas.
Tiene mucho desparpajo y le cae simpática a gente que odia el programa, o bien hacen como que les cae simpática, por lo menos mientras la cámara está grabando. Luego presenta el reportaje en el plató donde el gran Kentucky la ducha de piropos hasta que ella se tiene que ir empapada para casa. Este mismo tipo de actuación, pero sin los piropos, se repite con otro reportero: Ganso. O Gonzo. Aunque debe ser Ganso, porque busqué gonzo en el diccionario terrícola español y venía nosequé del porno, que es algo que se hace en pelotas y el chico este va casi siempre vestido.
Me gusta un poco el Intermiedo. Me he acostumbrado al gran Idaho y a sus empleados entusiastas y simpáticos. A veces parece que se la suda todo ("se la suda" dicen aquí cuando no les importa algo, pero debe haber algo raro detrás de ese "la") porque siempre suelta un chascarrillo después de una noticia, aunque sea preocupante. Dicen cosas que dan mucho miedo (supongo que de ahí sacaron el nombre del programa) pero intentan que hagan gracia. Es difícil, sobre todo con chistes malos como los del gran Arkansas, pero por lo menos lo intentan. Y esto es todo por aquí, espero volver pronto.