Manuel Pérez Lourido
El PP y el Papa
El papa con menos cara de papa de todos los que recuerdo (y recuerdo, por lo menos, a dos) acaba de anunciar su dimisión. La noticia ha debido caer como una bomba en toda Italia y también en Génova, quiero decir, en la calle Génova de la capital de España (Santiago y cierra España, ahora más que nunca, que todo quisque tira para Suiza). Está el PP que no da abasto entre la Gürtel, Floriano diciendo que no pueden despedir a Sepúlveda porque lo impide el estatuto de los trabajadores (¿dónde está la benemérita para hacerle soplar al dejar el atril?), Ana Mato medio muerta políticamente, Montoro mareado por Bárcenas: un sindiós pero del que no se baja ni el Tato, y va el Santo Padre y dice que lo deja, que está cansado. Para mi que lo ha hecho por dar ejemplo, que eso es muy católico, lo de dar ejemplo: el PP, sin ir más lejos, que es el partido más católico con el permiso de CiU, que no cuenta como católico porque es un poco nacionalista en general y muy nacionalista cuando conviene, de España (Santiago y cierra España) es un partido ejemplar. Ultimamente es un ejemplo de dilapidación del crédito político: sólo tener enfrente a un contrario sonado como Kid Rubalcaba lo mantiene en pie, aferrado a las cuerdas (aunque habría que decir al cinto, gürtel, ya saben...).
El papa más parecido a un gremlin de todos lo que recuerdo (y tengo una gran memoria para los papas) decide dar un paso al frente para anunciar su marcha atrás. Quiere retirarse porque cree que ya no será útil en su cometido. Las malas lenguas dicen que lo hace desairado porque la gente ha puesto en navidad los belenes con burras y bueyes, contraviniendo sus sabias directrices; pero es lo que tienen las malas lenguas. Otros aseveran que no puede con unas mafias vaticanas que tienen toda la pinta de llevar ahí dentro más tiempo que el propio Vaticano, a juzgar por lo que sale en prensa con cada cambio papal, y otros, en fin, dicen que lo único que quiere es retirarse a jugar al tute.
En realidad sólo tiene 85 años, edad dorada para un papa, pero al alegar cansancio ya han salido otra voces acusándole de flojo. Uno se pregunta a qué edad se jubila esta gente, que parecen extras de Danzad, danzad, malditos.
También hay voces (hay voces para dar y tomar, como ven, digo como oyen) que mencionan cierta sensación de impotencia ante los casos de pederastia. Yo no mezclaría los términos Impotencia y Pederastia. Pero yo es que soy muy tiquismiquis.
Habrá quien me acuse de estar haciendo todo el rato chistes con un tema muy serio. Pues no sólo niego la mayor, que es algo que siempre me ha hecho ilusión hacer, sino que digo que esto es más bien tomarse en serio algo que tiene mucho de chiste. Pues no me dirán que no tiene coña marinera que en esta España (Santiago y cierra España, pero de una vez) en la que no se va del cargo nadie salvo con los pies por delante, nos traigan la noticia que lo deja este buen hombre que tenía un cargo, fíjense bien, vitalicio.
13.02.2013