José Benito García Iglesias
Retales de monumentos salpicados por la ciudad, y II
Volvemos nuevamente a comentar esos elementos del pasado que formaron parte de otros monumentos y que conviven con nosotros en la actualidad.
Como continuación del artículo publicado hace un par de semanas en el que tratábamos sobre esos "retales de monumentos" que salpican nuestra ciudad, comentaremos hoy unos cuantos más que podemos visualizar formando parte de nuestro entorno y que algunos los conocemos de toda la vida.
Y así tenemos los siguientes:
Figura de San Pedro en Santa María.- Situada en la contraportada de la Basílica de Santa María, en el lado de la epístola. Según Filgueira Valverde y otros historiadores, esta imagen proviene del anterior templo románico, antecesor de la actual Basílica y derruido al finalizar esta.
Monumento a los navegantes y marinos de estas Rías.- El ancla que forma parte de este monumento, que se encuentra en el parque de Las Palmeras de nuestra ciudad, es una de las rescatadas en la ensenada de San Simón, proveniente de uno de los famosos "Galeones" de la Batalla de Rande, en octubre de 1702.
La estatua de Colón.- En los Jardines de Colón, entre el Palacio Provincial y el instituto Valle Inclán, se encuentra la escultura de Juan Sanmartín. Originalmente su emplazamiento fue en el invernadero del Palacio de Montero Ríos en Lourizán, cuando este fue adquirido por la Diputación se decidió emplazar aquí la estatua en el año 1949, tras un intercambio de acuerdos entre la Diputación, su propietaria, y el Concello que se hizo "depositario", que no dueño, del monumento.
Los "Santos de Mollabao".- Algunas de las figuras de santos que rodeaban esta capilla, construida en 1740 y derruida a comienzo del siglo XX, se encuentra desperdigadas por distintos lugares; así tenemos: dos de ellas en el cementerio de Salcedo (al parecer había otra más pero se la llevaron), otras dos en la fachada de la capilla de San Blas y el San Francisco que presidía la capilla, en una hornacina en su fachada, lo encontramos en el panteón de Sánchez Cantón en el cementerio de San Mauro.
El cruceiro de Santa María.- Filgueira Valverde y Fernández Ojea, opinan que este cruceiro debió de formar parte del humilladero situado en las proximidades del Puente del Burgo, próximo a la Capilla del Burgo. Desde 1954, su ubicación es la actual, en la Plaza de Fonseca, cercano a la puerta meridional de la Basílica de Santa María. Tan sólo la cruz es original, el resto se corresponde a la adaptación para su nuevo emplazamiento.
El cruceiro del Campillo de Santa María.- Fue trasladado en época relativamente reciente a su lugar actual, enfrente de la entrada norte de Santa María. Se encontraba en el denominado Eirado das Torres, en la explanada de la Avenida de Santa María. Podemos observarlo, en el dibujo que realizó de Agustín Portela sobre el recinto amurallado de Pontevedra a mediados del siglo XIX, en su ubicación original, al igual que en diferentes dibujos que se conservan de los restos de las Torres Arzobispales.
El cruceiro de las Cinco Calles.- En 1962 se retiró de su emplazamiento original en Estribela, hay diferentes versiones sobre su estado en ese momento y una controversia sobre el porqué se cambió de lugar, y si debería de volver al mismo, aquí no entraremos en ese debate y solo mencionaremos su procedencia y su ubicación original.
El cruceiro de las Ruinas de Santo Domingo.- Se encontraba en el atrio de la iglesia de San Bartolomé el Viejo, situada en el lugar que hoy ocupa el Teatro Principal y el Liceo Casino y derruida en 1844.
El cruceiro del Puente de la Barca.- Conocido también como cruceiro d´Asencion, haciendo referencia a una tal María d´Asención, quien lo mandó hacer, según un documento del año 1592. Inicialmente se ubicaba en el barrio de la Moureira, en la actual rúa do Cruceiro, hasta que se trasladó a mediados del siglo XX a su emplazamiento actual, en el comienzo del puente, pegado al edificio de las Madres Doroteas.
Siguen quedando algunos "retales" por ahí esparcidos, pero ya los comentaremos en otra ocasión.