Milagros Bará
Apocalipsis Now
El toro de La Vega se queda sin toro, Marjaliza canta por seguidillas, y los últimos datos confirman que España es el país europeo con mayor desigualdad social. Estamos apañados. De ser un país desarrollado nos estamos convirtiendo en un país en vías de desarrollo. En breve viviremos en cuevas y pintaremos en las paredes los animales que daremos caza para comer. Como decía el Teniente Kilgore, "comienza el baile".
Es el Apocalipsis, y se está produciendo ahora. Podemos ver con toda claridad al quinto ángel tocar la trompeta, y esperamos "ver una estrella caer del cielo a la tierra, y tener la llave del pozo del abismo". ¿Llave del pozo? Pues, El Pocero megalómano de Seseña nos cuenta su vida y terminamos llorando a moco tendido, que para algunos es "cuando te salen las candelas de la nariz de tanto llorar y llorar". Un señor sospechoso, supuestamente, de extorsionar y acosar a alcaldes, hasta el infinito y más allá, para conseguir sus objetivos... y ahora, también supuestamente, está arruinado.
Estamos justo ahí, en el capítulo nueve en el que el quinto ángel podría ser Marjaliza, que últimamente no deja de tocar la trompeta a diestro y siniestro. La letra bien podría ser la que sigue (y que se me acaba de ocurrir ahora): "Lloraba a moco tendido/ aquel infante aguerrido/ cuando al abrir su sobre /comprobó que estaba vacío".
Es tal el grado de degradación humana al que hemos llegado que no estaría mal que alguien fumigara el planeta con agente naranja, porque no está previsto que algún cuerpo celeste impacte contra la tierra. Vivimos en un estado de involución permanente.
Pontevedra se salva porque alguna macrofiesta habrá para pasar el rato y gastar el dinero que no tenemos. Los eventos culturales se suceden por doquier, eso sí a los autores no perciben un duro. Los de la cultura viven del aire, como debe ser. Además seguimos siendo la ciudad del mundo con paro cero, algo de lo que nos debemos sentir muy orgullosos.
Somos la Marbella de Gil y Gil, aquel hombre bonachón y populista, que Dios tenga en su gloria o la Ribadumia del pequeño Nicolás. Tenemos playas paradisíacas, las empresas transnacionales se pegan por invertir aquí, y los lugareños vivimos como en Dubái. También tenemos un río en el que al final, allá por Forcarei, nos espera Marlon Brando disfrazado de Coronel Kurtz para tirarse una chapa que lo flipas. El río en el que vive una familia de cisnes aunque hace un año un Charlie se ha cargado a uno de ellos.
Por suerte hoy sale la procesión gremial del Corpus a la que se debería añadir el paso de los parados, que iba a estar muy concurrido. Sale si no llueve, que esa es otra, que con el cambio climático Meteo Galicia ya no es lo que era y nos pasamos el día mirando al cielo.
El Coronel Kilgore (Robert Duvall) lo tenía meridianamente claro, porque la vida está llena de personas como "Los malos que se despiertan encantados con el olor mañanero a napalm".