María Jamardo
Bye bye, inmaduro
Enhorabuena Venezuela. Enhorabuena por haber dicho basta al drama económico, político y humanitario. Enhorabuena por tener la valentía, el honor y la dignidad de recuperar las riendas de tu destino y poner fin a la tragedia social y la ignominia que te ha gobernado en los últimos años.
Extirpada la raíz del problema, retirada la potestad ilimitada que entregaste a quienes te engañaron gracias al uso demagógico del micrófono, de la imagen, de las promesas imposibles, de decirte lo que querías oír aunque no pudiese conseguirse, hoy dices adiós al hambre, la inflación, los desabastecimientos y la opresión política. La historia, esa que han manipulado escandalosamente en nombre de Bolívar, se cobrará a los culpables de lo que te han hecho pasar.
Enhorabuena porque tu lucha, vuestra lucha, ha sido, es y será la nuestra. La de los defensores de la libertad. De los que estamos cansados del doble discurso populista de quienes hablan de revolución e igualdad para, atrincherados en el poder, apropiarse de los recursos de todos y utilizar las prebendas de sus cargos disfrutando de los mismos privilegios (aumentados) que critican. Enhorabuena por finalizar la orgía del robo del esfuerzo de un pueblo al que nombran sin pudor a cada momento como razón de su causa pero al que condenan a la ciénaga de la pobreza, asfixiando su esperanza e ilusiones.
Enhorabuena por no prolongar el abismo inaugurado por Chávez que destrozó vuestra industria petrolera y os convirtió en provincia de Cuba. Enhorabuena por despertar de la pesadilla continuada por su sucesor, Maduro, que cerró los ojos ante vuestra tragedia cotidiana y tuvo la desfachatez (y cometió la irresponsabilidad) de encarcelar a López y Ledezma.
Hoy es el día después, Venezuela. El primero de muchos en los que vuestra voluntad y determinación han tenido recompensa. El que demuestra que ya no estáis dispuestos a mantener los círculos corruptos que rodean a líderes incapaces y sanguinarios que pisotean y humillan la dignidad de vuestra patria para aumentar a vuestra costa su riqueza.
Me alegro infinito de que hayáis tomado la decisión de un cambio de rumbo que ponga fin a esa dolencia política que os acompañaba hace años, cegados por la fascinación de quienes proponen la salvación, la redención o el cambio profundo en las desigualdades sociales atacando al no pueblo en nombre del pueblo que nunca fuisteis vosotros, sino ellos. Enhorabuena por asumir el riesgo de terminar con un régimen concentrado en la figura de un solo hombre que diciendo representaros os ha llevado a la ruina económica, la desgracia moral, la discordia absoluta y violenta de unos contra otros.
Bye bye, inmaduro. La verdad no puede amordazarse infinitamente. Ha llegado la hora de que asumas las consecuencias de tus corruptelas e ineficiencias. Tu dictadura evidente, disfrazada con chándal de democracia, no llega a la meta. Se queda por el camino. Para siempre. Enhorabuena Venezuela libre.