Tribuna Viva
La ubicación del tanatorio de Arzobispo Malvar podrá ser legal pero no es normal
Pues sí. Parece ser que es legal que dos empresas privadas dedicadas a la actividad funeraria vayan a construir su gran tanatorio en pleno casco urbano, a las puertas del segundo casco histórico más importante de Galicia, y excavando para ello en medio de los restos arqueológicos del muelle medieval de nuestra ciudad.
Al pie de un reciente y concurrido parque infantil del que disfrutan decenas de niños todas las tardes. En medio del paseo del río por el que a diario hacen cientos de pontevedreses su particular "ruta del colesterol". A dos pasos del Parador Nacional de Turismo, Plaza de Abastos, guardería, restaurantes, cafeterías y demás servicios que dan a esta zona un agradable y bullicioso ambiente del que muchos disfrutamos todos los días. Y en frente de nuestras ventanas, las de los vecinos, que asistimos atónitos a esta situación surrealista que estamos viviendo desde hace casi tres años cuando estas dos empresas anunciaron, sin previo aviso, sus intenciones descabelladas.
Pues sí. Parece ser que es legal y que sólo nos queda la opción de la incomprensión y resignación. Incomprensión porque parece que sólo nosotros, los vecinos, pensamos que este tipo de instalaciones se tendrían que situar a las afueras de las ciudades y así favorecer el clima de tranquilidad y recogimiento que en esos momentos se requieren. Y no la idea absurda de colocar un tanatorio en un lugar lleno de vida, vida que le damos los que vivimos aquí y el resto de pontevedreses que disfrutamos de este entorno remodelado y reformado por el Ayuntamiento con el dinero de todos y que ahora dos empresas privadas pretenden hundir y enterrar trayendo aquí su actividad dedicada, no nos olvidemos, a la MUERTE.
Resignación, porque nosotros, los vecinos, estamos solos. Solos frente a estas gigantes y parece ser poderosas funerarias. Funerarias que a capricho se pueden instalar donde les dé la gana porque la legislación vigente se lo permite. Legislación que debería reformarse y adecuarse a los tiempos en que vivimos y establecer distancias mínimas entre este tipo de instalaciones y los núcleos de población.
En este sentido, en otros municipios de España, la justicia ha dado la razón a los vecinos en situaciones similares, anulando la licencia municipal de funcionamiento por hacer incompatible la actividad funeraria con el uso residencial.
A nuestros gobernantes les pediríamos un poco de ese bien tan preciado y necesario llamado sentido común. Y les recordamos que es a ellos a quienes les compete la labor de legislar para velar por el bien de los intereses generales de la ciudadanía, y no la de permanecer estancados en actitudes de pasividad e inmovilismo, permitiendo que normativas que han quedado obsoletas y anacrónicas ayuden a proteger y favorecer las ambiciones disparatadas y desenfrenadas de ciertas iniciativas privadas, que van en contra del interés general.
Por último, decir que a pesar de todo los vecinos estamos dispuestos a luchar hasta agotar el último recurso del que podamos disponer para evitar que esta actividad se instale en nuestras vidas.
Los vecinos decimos TANATORIO AQUI NO.
Comunidad de Propietarios de Arzobispo Malvar.