Ricardo Pazos
Por los ausentes
Nunca he sido quién de celebrar, como se suele decir, -por todo lo alto- la llegada de un nuevo año. Las fechas de reuniones familiares y visitas de viejos amigos conducen irremediablemente a las mismas reflexiones y toda vez que empieza un año nuevo me es imposible no pensar en los que nos han dejado recientemente y en aquellos que significaron tanto. Nunca he acabado de comprender lo del que "Hay que mirar para adelante". Tal vez porque las leyes de la vida me parecen tan rigurosas como injustas y no he acabado por asimilarlas definitivamente. Igual que algunas de nuestro Ordenamiento Jurídico que parecen elaboradas por esos del "Hay que mirar para adelante".
Yo pienso que hay que echar la vista atrás y estar agradecidos. Creo que si somos algo es porque nos lo han dado. Lo siento. Me cuesta mirar al horizonte y no descanso bien después de perder lo que no se puede encontrar. Por eso quiero instarles al recuerdo de aquellos a los que debemos tanto. A los que lo dieron todo sin pedir nada a cambio. Y que mirar para adelante suponga demostrales que no fue vana su irrepetible dádiva. A ver si un día logramos cambiar la "Ley de Vida".
Son buenos tiempos para luchar por sus viejos anhelos. Para continuar la importante labor iniciada. Es cierto que es imprescindible la ilusión para dar un paso más, para seguir adelante, de modo que... ¡ Disfrutemos de nuestros fracasos por la lección recibida y responsabilicemos de nuestros éxitos en buena parte a los omnipresentes ausentes !. Quien no ha tenido un espejo en quien mirarse no sabe cómo es. No confundamos a héroes o a ídolos. A los auténticos los tuvimos muy cerca. Brindo por su imborrable recuerdo.
10.01.2013