Los Rolling Stones son rock. Los Beatles son pop. Grosso modo. Para situarnos, más que nada. La música pop es una derivación del rock and roll. Del rock and roll se ha derivado todo, lo bueno y lo malo, de mediados del siglo XX para acá.
Las canciones pop se caracterizan por ser cortas, pegadizas y con letras chorras. Se las recuerda por su estribillo, que es lo que hace que se las recuerde (estoy escribiendo al estilo pop).
Por lo general, el objetivo de la música pop cristaliza en cifras: las de discos vendidos. Las canciones pop son más un producto industrial que una obra artística. En términos musicales, es un género básicamente conservador. Con el fin de alcanzar al mayor número de oyentes posible, no se dirige a ningún sector social en particular ni transmite mensaje social alguno.
Cualquier lector atento habrá notado que los anteriores argumentos se pueden aplicar a grupos que han hecho o hacen rock, de ahí que la etiqueta más apropiada sea ya la de pop-rock. En el 79, un grupo con formas de rock pero con corazón pop como The Knack alcanzó la cima del éxito con una estética entre The Beatles y el punk. El pop rock va de mezclar un sonido pegadizo con letras facilonas y guitarras de rock. Bon Jovi, Coldplay, Green Day, Avril Lavigne, Counting Crowes, etc pueden ejemplarizarlo.
Igual que Elvis Presley recibió el título oficioso de "rey del rock", el pop también tiene sus monarcas. Michael Jackson y Madonna han sido proclamados en su día como el rey y la reina del pop, respectivamente. Sus seguidores se cuentan por miles, aunque los del primero lleven seis años de luto y los de ella ya trasiegan viagras.
Dicho todo esto, confésemoslo: amamos el pop. Amamos la música pegadiza hecha para no pensar, para corear dando saltos en celebraciones colectivas y etílicas. Amamos su talante expansivo y su dicharachera fanfarria. Nada como el pop para el ligoteo, para arrancar el coche camino de la playa, para las fiestas de disfraces y para los churrascos con amigos.
Hay grupos de rock que giraron al pop y lo petaron, como Fletwood Mc y U2. O fueron tirando, como Genesis y Boston. El pop seduce con su eclecticismo y proliferación. Es una especie de virus que genera dinero. Aunque no solo eso. Está demostrado científicamente, y si no, no sé a que esperan, que cierta música pop funciona como inhibidora de la recaptación de serotonina: que produce un subidón que te cagas. Por ejemplo, escúchese el tema del grupo inglés Chumbawamba llamado Tubthumping (que hemos colgado abajo sin coste adicional alguno). Si después de oírlo no tiene ganas de hacer puenting, tomarse un frigo-dedo o aprender a bailar la muiñeira... tómese el pulso para verificar que sigue vivo.
La esencia mercantilista y festiva del pop la ejemplifican como nadie los grupos como las Spice Girls, Destiny's child, TLC, All Saints en su día o los Backstreet Boys, New kids on the block, 'N Sync, Take That (hoy serían One Direction). Pop de chicas o chicos solistas. Productos pensados con un segmento de mercado bien definido. Estribillos en la sopa, dolor de cabeza, intentos de suicidio...
La mejor música disco, la new wave más bailable, el techno más asequible... no fueron otra cosa que pop. De ese que cuando empiezas, no hay stop.
Y, desengañémonos, el mundo tal y como se presenta hoy, es puro pop. No le podremos dar la espalda.