Multitudinaria, histórica e… imparable
Por Oskar Viéitez
La del pasado 8 de marzo fue una huelga feminista inédita. En el 2018 la celebración del Día Internacional de la Mujer inundó las calles en 120 ciudades españolas y también las de la Boa Vila, que desbordaron las expectativas.
La violencia machista, el abuso, la brecha salarial, la precariedad laboral, la sobrecarga en los cuidados, la discriminación, el techo de cristal, la conciliación,… un grito de ¡BASTA! a las agresiones, humillaciones, marginaciones o exclusiones.
"Paramos para cambiarlo todo", "Si las mujeres paramos, se para el mundo" o "Vivas, libres y unidas por la igualad", "Por nosotras. Por las que no están, por las que vendrán", fueron algunos de los lemas coreados en una Pontevedra morada en la que el hartazgo había explotado.
Parte del éxito de la convocatoria se debe al esfuerzo de difusión de las periodistas, uno de los colectivos que secundó el paro con más fuerza, con un impacto notable en las redacciones.
"Este día se estudiará en los libros de historia", proclamaron las organizadoras.
Esto es imparable.