‘Las que no duermen. Nash’ es continuidad a un cuarteto de novelas que arrancaron con ‘Esperando al diluvio’. En aquel caso ubicada temporalmente en la inundación que asoló Bilbao en 1983 y en este caso en los prolegómenos del confinamiento de 2020 por la covid-19.
Dolores Redondo presenta a Nash Elizondo, una psicóloga forense que llega a los Valles Tranquilos de Navarra para documentar el origen de una leyenda sobre brujería. Dentro de la sima de Legarrea encuentran el cadáver de una joven que había desaparecido tres años atrás y cuyo caso había conmocionado a la población española.
Vuelve hasta el Baztán y también, aunque no como protagonista, a Amaia Salazar que acompaña a Nash en su cometido profesional y también personal.
La novela tiene mimbres de casos de la crónica negra reciente, a un caso real de una desaparición sin esclarecer y al de la “ejecución por brujería más reciente de nuestro país y que fue descubierta en 2016”.
‘Las que no duermen’ es también “muy matriarcal” y a través de algunos personajes "un homenaje a las personas que trabajan en el sector funerario rural".