Un estudio de la Universidad de Oviedo dirigido por el gallego Pedro Álvarez-Álvarez confirma que el castaño es una especie que no fue introducida por el Imperio Romano, sino que ya estata en la región noroeste de la Península, incluída Galicia, miles de años antes de la llegada de los romanos. Este dato podría cambiar el estado de conservación de la especie autóctona en Asturias y Galicia y descartar del discurso académico la errada comparativa que se hace entre el castaño y otras especies de origen foráneo.
La investigación además demuestra que el castaño es una especie plástica a los cambios climáticos, y por tanto, resistente al cambio del clima hacia temperaturas más elevadas. La Universidad de Oviedo certifica que Asturias y Galicia fueron en Europa el refugio del castaño hace 6.000 años, en el Holoceno medio, cuando las temperaturas eran más elevadas que hoy en día. Radio Cerna entrevista al director del estudio.