Adrián Rodríguez se declara "muy maniático" y de acusado sentido de la responsabilidad "hasta el exceso". Tenía temprana vocación periodística, pero ciertas visicitudes con las calificaciones lo llevaron a licenciarse en Ciencias Políticas. Musicalmente apunta que se quedó a comienzos del siglo XXI; aunque sus dos hijos pequeños, seguro que harán de cicerones.