¿Ya acabó usted de mentir? Ahora me toca a mí

02 de mayo 2019
Actualizada: 18 de junio 2024

Estamos hablando de un hombre que su partido puso de secretario general cual pelele porque el anterior le había caducado. Que cuando mostró un mínimo de liderazgo, lo echaron a patadas y que regresó por todo lo alto como líder de partidospantimes>

¿Han leído últimamente la prensa internacional?

Yo reconozco que a veces me doy una vuelta, sobre todo por los periódicos británicos para ver si se deciden con lo del Brexit. Me parecen los típicos compañeros de piso tocapelotas que entran en tu cuarto para decirte algo, pero luego no cierran la puerta por si tienen que volver. Me tocaron varios de esos… ¡pero no vengo a hablarles de esto!

Hoy les quiero hablar de los increíbles titulares que han plagado los periódicos europeos ¿hablando de Venezuela?, ¿sobre el viaje de Kim Yong Un a Rusia?, ¿de los cuernos del príncipe Harris a Kate?, ¿sobre la beluga espía soviética?

Nada de eso, mucho mejor.

De nuestro Presidente, Pedro «el guapo», Mr. Handsome, Il Bello; entre otros apodos referidos a su majestuoso perfil presidencial socialdemócrata.

Para empezar, esos medios no habrán visto las fotos del antes y el después del señor Sánchez. Porque si ven una imagen suya antes de entrar en Moncloa y otra sacada hace dos días, pensarán que es un zombie. De verdad, que mal le sienta el poder a los que se preocupan con sinceridad por el país.

Para continuar, no sé porque me sorprenden estos titulares. Después de ver que hay quien ha escrito fics entre él y Pablo Iglesias, creo que ya lo he visto todo en esta vida.

Y para finalizar… ¿¡en serio eso es lo más importante que tienen que decir al respecto de lo que ha pasado!?

Estamos hablando de un hombre que su partido puso de secretario general cual pelele porque el anterior le había caducado. Que cuando mostró un mínimo de liderazgo, lo echaron a patadas y que regresó por todo lo alto como líder de partido. La única persona que ha logrado hacer efectiva una moción de censura en la historia de nuestro país y ser investido Presidente por ella. Hablamos de quien ha sido puteado por medio Congreso de los Diputados, obligado a convocar elecciones anticipadas y por encima, ganarlas y ser el único país de Europa en frenar a la ultraderecha.

¿Y me están diciendo que todo lo que tienen que decir los medios internacionales es la buena planta que tiene este hombre?

Debo reconocer que me molesta, pero tampoco los culpo. Estas elecciones nos han dejado grandes momentos y frases que no teníamos desde Mariano Rajoy y que agradezco haber recuperado. Ya saben, ese pequeño placer de reírte de aquellos que intentan destrozar tu futuro y tus derechos.

Pero lejos de las épicas actuaciones de Rivera con su pergamino con las muertes de Juego de Tronos, la entrada de «Pablo Cansado» en los libros de historia como el peor líder de su partido y la insistencia de Iglesias de que haber cambiado pañales le haría mejor presidente; es hora de que me dejen ponerme seria.

Porque solo hay una razón por la que hoy estamos donde estamos: el miedo.

Los jóvenes se han movilizado más que nunca, la izquierda, siempre disconforme con el sistema, se ha movido, no por patriotismo ni ansia electoral. El miedo a la derecha más extrema puede hacer milagros, y este domingo, obró uno.

Sin embargo, estos meses han sido duros y separatistas. No, no me refiero a los problemas independentistas, sino a lo largo y ancho del país. Izquierda contra derecha siempre ha sido un tema candente, pero se ha abierto un abismo entre ellos que parece infranqueable. La incitación al odio entre ambas ideologías ha sido tan brutal, descarada y llena de mentiras y malas palabras que a día de hoy me parece irreconciliable.

El miedo, incita al odio. El odio termina en violencia y la violencia solo genera más. Es un ciclo tóxico que empodrece la sociedad desde sus raíces más básicas. Como una mala hierba, si no se corta de raíz solo puede germinar y destrozar el jardín tan bonito que ha costado cuidar durante casi cincuenta años. El problema, es que este tipo de veneno jamás se puede cortar.

Trump, Bolsonaro, Salvini, Halla-aho o Strache son algunos de los nombres que personifican este problema. No se puede hacer desaparecer, porque otro vendrá en su lugar, pero tampoco se le debe alimentar. Los medios de comunicación no deberían comportarse como adolescente escandalizadas cada vez que uno de los representantes de esta ideología simplemente respira. Sus gritos, sus calificativos mal utilizados en las frases, sus dedos apuntando a objetivos al azar y su lista de prioridades insulsa tarde o temprano podrían quedar, no en el olvido, sino en segundo plano si nos centramos en lo verdaderamente importante. Y al menos, a mí, lo que me preocupa es que va a pasar a partir de ahora.

Nos hemos librado de una pero ¿Y dentro de cuatro años? Será entonces cuando volvamos a hablar.