Un bosque mágico, dónde los castaños cimbrean y sus ramas parece que aplauden. Oyes los reclamos de los pájaros, el martilleo del mirlo, aunque ligero, que a veces se contrapone con la pelea por proteger su territorio, el que pierde en el suelo, sometido, mientras el otro lo pica con insistencia, hasta que el indefenso consigue huir despavorido.
Disfrutamos de la gran belleza de la naturaleza, sin olvidarnos de nuestro objetivo, que es la búsqueda de setas, pero los avatares del tiempo, tormentas continuas y un viento fuerte durante los meses de septiembre y octubre han provocado que en Galicia sea una temporada descafeinada. Muchas han decidido no salir y las que han conseguido eclosionar las encuentras en malas condiciones.
Ya en el ecuador de noviembre, que nos ha sorprendido con un tiempo primaveral con presencia constante del anticiclón, los hongos al igual que otras plantas, interpretan que ya estamos en otra estación y han decidido esperar tiempos mejores, aun así, puedes encontrar en zonas más húmedas o sombrías, lenguas de vaca y cantarelas.
Esas disfunciones climáticas, afecta a múltiples sectores. No sólo la Dana de Valencia vislumbra grandes problemas. Lo visualizamos en nuestra tierra aquí y ahora. La falta de salinidad en el agua por las lluvias torrenciales unida a temperaturas poco habituales en el mar, han hecho que la producción de bivalvos (almejas, berberechos…) experimenten una reducción drástica.
Igualmente, las corrientes marinas están cambiando y los pescadores encuentran en sus redes especies tropicales o de ambientes más cálidos: el pez limón, pez sapo lusitano habitual en el sur de Portugal, las medusas, arenques, meros blancos son algunos de los ejemplos. Camelias que brotan habitualmente entre febrero y abril, ya los ves iniciando su esplendor. Ir a la playa varios días, 24º con viento suave, agua a 18º, acaso eso no demuestra que algo está pasando. Creo que nos debemos preguntar, ¿qué podemos hacer?, ¿cómo hemos podido llegar a esto?
Desgraciadamente existen demasiadas corrientes negacionistas, capitaneadas por líderes políticos, grandes lobbies, países productores de combustibles fósiles, pseudocientíficos y voceros que les ríen las gracias. A pesar de ello quiero ser positivo, creo que los ciudadanos estamos más sensibilizados, hay consenso científico y se están dando pasos en la transición a energías renovables que nos permite ver un futuro más sostenible.