Vehementi nausea

20 de marzo 2024
Actualizada: 18 de junio

A veces parece que el Código Penal deja de ser adecuado para una sociedad europea del siglo XX-XXI. No sé si la historia criminal de algún elemento reciente es compatible con una sociedad libre. En algunos casos parece que la aplicación de los artículos del Código nos mete de lleno en otro tipo de sociedades, menos exigentes en la defensa de la vida y hacienda de sus ciudadanos, en las que no se ejerce la Ley con la contundencia debida o bien su ejercicio está trufado de incomparecencias varias

A veces parece que el Código Penal deja de ser adecuado para una sociedad europea del siglo XX-XXI. No sé si la historia criminal de algún elemento reciente es compatible con una sociedad libre. En algunos casos parece que la aplicación de los artículos del Código nos mete de lleno en otro tipo de sociedades, menos exigentes en la defensa de la vida y hacienda de sus ciudadanos, en las que no se ejerce la Ley con la contundencia debida o bien su ejercicio está trufado de incomparecencias varias.

Tenemos cercana la aparición estelar de un tipo que en 1988 entra en prisión por haber asesinado a su propia abuela, ¡a la que violaba frecuentemente!: tenía 83 años y O Chioleiro, 30. Entra en un Hospital Psiquiátrico con una condena de 15 años, la cumple en 2003. En el 2004 convive con una mujer en La Lama: en diciembre le pega dos puñaladas, le roba las joyas y el dinero. Condenado a 17 años y medio. Está en libertad en febrero de 2023. Vive en un piso de habitaciones alquiladas por la zona de Balaídos. En este mes de febrero de 2024 se halla una maleta abandonada en un descampado en la que se encuentra el cuerpo de una mujer: vivía en la misma pensión que el asesino y desde el mes de agosto nadie la había visto.

El Código Penal parece que no forma parte del debate habitual entre los diputados de la nación. En cambio, sí forma parte de la nube o cloud política que, junto con otras cuestiones esenciales de la sociedad española, como la natalidad/aborto, como la Deuda Pública, no son tema de debate alguno de sus fechorías, digo, de sus señorías. En cuanto alguien nombra lo de la recta aplicación de las leyes, de inmediato desde la ciencia jurídica nos aplican el tercer grado: resulta acreditado que el aumento de las penas no sirve para reducir delitos como el homicidio, el asesinato o la violación. Bueno, se lo pueden decir a los salvadoreños: desde la primera posición en el mundo en cuanto a asesinatos, homicidios, extorsión y todo tipo de bellaquerías contra la vida y hacienda de sus ciudadanos, el presidente Nayib Bukele -contra toda la opinión progresista del mundo mundial- tiene hoy en la trena a todos los salvatruchas a la vez que se pasan los días trabajando: o construyendo colegios, dispensarios y viviendas, o cultivando en la agricultura salvadoreña. Semejante pecado es imperdonable, Nayib.

Aquello que mejor muestra la trayectoria de O Chioleiroes que, una vez la sociedad civil se desentiende y todo queda en manos políticas no hay alternativa posible: ningún juez ilustra públicamente con su verbo la posible incapacidad de hacer Justicia del mismísimo Código Penal. La abuela, la chica de La Lama y la que vivía en la pensión de Avda. del Fragoso no tuvieron Justicia. No la tuvieron porque el asesino mató salvajemente a su abuela con 19 cuchilladas y cualquier asunto psiquiátrico debería determinar de forma inapelable su internamiento permanente. En su lugar parece que a los 9 años de estar en la prisión de Valencia lo soltaron con un informe en el que hacían notar que ya estaba curado. ¿Cuántas veces no habremos leído esto? El asunto no es que la sociedad deba ser protegida de los criminales. No. Estamos a otra cosa. En lugar de determinar que no tienen cura -a ojos vista que no la tienen-, que no tienen responsabilidad alguna sobre sí mismos para medicarse o seguir tratamientos, ¿a qué lo sueltan? Y, por otro lado, ¿tenemos hospitales psiquiátricos para enfermos mentales irrecuperables? Vai embora, no hay dinero alguno porque todo está en bombas de palenque, en pienso para pájaros. No se construye nada, se destruye lo más posible. En fin, el Código Penal que_no_se_debate_jamás_por_los_susodichos nos pone ante la impresionante evidencia: Ciudadano, tenga Vd la suerte de no cruzarse con estos tipos. Y apáñate.

¿Y la cocinera de la cárcel de Tarragona? Impresionante. La ineptitud, la dejadez, la inutilidad manifiesta de los cargos políticos, sanitarios y psiquiátricos vuelve una y otra vez a interpelar a la sociedad civil. El hijo de puta que la asesinó estaba en la cárcel porque en 2016 había degollado a una prostituta. ¿La Administración sabría algo de las andanzas de este rumano en su país antes de llegar aquí? ¡A que no! Y en cambio creo que desde el gobierno rumano enviarían datos a nuestra administración. Pero ¿a cuál? La que tiene las competencias es la Generalidad. Inicio del comienzo del empiece del desastre.

Fue condenado solamente a 11 años, ¡eh, señor juez!, 11 años por degollarla: como había bebido unas botellas de vino se le rebajó la pena desde 20 años - ¿una vida solamente vale 20 años? - a los 11 que estaba cumpliendo, es decir que en 3 años… estaba en la calle. Pidió perdón en el juicio, confesó el asesinato, elevado consumo de alcohol… ¿y? Y degolló a la funcionaria de prisiones encargada de la cocina. Se movía el imbécil con total libertad por toda la cárcel y era considerado por la administración un preso de confianza. Tanto es así que lo nombraron ayudante de cocina, empleo con el que tenía a su disposición un amplio surtido de cuchillos, machetes y objetos punzantes como útiles de trabajo. Haber seccionado el cuello de una mujer no suponía nada para Los Ciegos, secta que puebla la Administración Pública y que avanza inexorablemente por todos sus ámbitos, y tampoco supuso nada el que el imbécil agrediese a otro recluso con un nivel de violencia desatado. Nuria López habría salvado la vida si la Administración Pública no hubiese puesto otra vez a su lado al imbécil. En muchos momentos estaban solos. Nuria reclamó insistentemente su alejamiento. Hasta que la encerró en las cámaras frigoríficas y la degolló.

Hay muchos más, en este caso y en primer lugar la imbecilidad política que parece invadirlo todo. La infumable consejera de Justicia de la Generalidad aseguró que no dimitirá porque eso sería lo fácil. Estamos ante un ejemplar más del género Niconaguacaliente porque… ¿A dónde van a ir? ¿a trabajar? Venga ya: tienen a los comedores de pienso que la mantienen en lo más alto del abono. La tipa -como otras y otros muchos- tienen el ahora extendidísimo cuajo cínico por el que se la pela absolutamente todo. En las manifestaciones femeniles dijo que muchas internas que están entre rejas en Cataluña son damnificadas de un sistema económico y patriarcal que las ha empujado hasta ahí. Este es el nivel, mis cuates. Una ignorante inmensidad.