Un gallego en una escalera

29 de julio 2023
Actualizada: 18 de junio 2024

Ha ganado Feijoo, como lista más votada, pero, en la práctica, si sumamos posibles apoyos, ganaría Sánchez. Se nos ha quedado el gallego en mitad de la escalera. Y no sabemos si va a subir o a bajar. Depende

Siempre he pensado que Pau Donés, aunque catalán, habría encajado perfectamente en el molde gallego cuando cantaba que "según cómo se mire todo depende".

 

Así ha pasado en las Elecciones Generales.

Ha ganado Feijoo, como lista más votada, pero, en la práctica, si sumamos posibles apoyos, ganaría Sánchez. Se nos ha quedado el gallego en mitad de la escalera. Y no sabemos si va a subir o a bajar. Depende.

 

Ha tenido más votos que Sánchez, pero no los suficientes para gobernar en solitario, como pretendía. Necesita pactar, y nadie parece dispuesto a ser su socio; ni PNV, ni UPN que, ante un posible pacto del PP con VOX, no quieren saber nada. Probablemente no les haya gustado la tibieza de Feijoo ante la posibilidad de pactar con los de Abascal. Nunca llegó a dar una respuesta definitiva cuando le preguntaban al respecto en las entrevistas durante la campaña.

 

En cuanto a Sánchez, que también necesita pactar, lo tiene más fácil, aunque el voto clave para gobernar España lo tiene, paradójicamente, el independentismo catalán.

Sin el apoyo de Junts per Catalunya, Sánchez no llegaría a la Moncloa, aun reuniendo a Bildu, PNV , Esquerra catalana y el resto de formaciones que le apoyaron en la anterior legislatura. Sobre la mesa va a tener Sánchez, de nuevo y con más fuerza, el órdago de la autodeterminación.

 

Así que, contrariando a las encuestas y al propio Feijoo, que contaba con poder gobernar, volvemos a estar en tablas técnicas. Posiblemente, y a pesar de haber tenido el Partido Popular más votos en las urnas, seguirá gobernando el bloque de izquierda, con ganas de unirse, incluidos Sumar y Unidas Podemos.

 

¿Qué harán ahora? No lo sabemos, pero que no se atrevan a pedir una segunda vuelta porque eso ya lo hemos vivido y no queremos otro día de la marmota.

Respecto a unas nuevas elecciones, me he acordado de unas camisetas que sacó a la calle Ramón Pedras Lordas, conocido como Petete, empresario pontevedrés, actualmente propietario del Bar La Cata, ubicado en la calle Bastida, en pleno casco viejo. Las camisetas llevaban la leyenda NO ME MAREAR.

 

Imagino que las camisetas de Petete estarían inspiradas por aquellos clientes indecisos a la hora de pedir. También intentó el empresario allá por el 2009 una candidatura alternativa y popular a la alcaldía. Nos vendrían fenomenal ahora las camisetas de Petete después de haber ido a las urnas para nada y encima no se descarte la posibilidad de que tengamos que volver. NO NOS MAREAR.

 

El orden de la sintaxis gallega, con el bilingüismo, tiene su aquel.

Lo mismo que el que habla Spanglish, en lugar de aparcar el coche,"parquea el carro", nosotros tenemos el Gastrapo, defendible como cualquier lengua hablada por el pueblo. Tiene validez y punto. Decimos, por ejemplo, "voy para junta Nito" y quedamos tan anchos.

Si Nito tiene un bar y decimos que vamos “a la de Nito" puede ser tanto el bar como su casa. Depende. En este caso del contexto. Si alguien de fuera de la Comunidad tiene dudas, malo será que no dé con el sitio.

 

Los gallegos aceptamos las cosas como son, y esa cachaza no se entiende por el foráneo. Si no que se lo cuenten a un turista que avisó en Ribeira de que había un hombre muerto en una cuneta.

 

Después de haber movilizado un dispositivo de rescate con helicóptero incluido, a uno de los agentes rescatistas le pareció que el muerto se movía.

Estando en Galicia, la mejor manera de salir de dudas era llamar a un lugareño a ver si no le importaba identificar al cuerpo que estaba entre vivo y muerto.

 

El paisano asomó la cabeza y dijo:"È Alberto". Asunto zanjado.

Todo el pueblo sabe que Alberto, cuando se pasa de alcohol, se echa un ratito en donde cuadre, en este caso la cuneta, hasta resetearse.

Al turista ya le queda sabido para la próxima vez. Más que nada para no molestar a Alberto que, al ver la que había montado, salió corriendo.

 

Los gallegos somos así. Cuesta sorprendernos, porque, aunque viésemos tres burros volando, lo que pensaríamos es que tienen el nido cerca. Sin más comeduras de tarro.

 

Aun así, las elecciones del 23 J nos tienen con la mosca detrás de la oreja. Que tenemos a un paisano en el medio de la escalera y “nin arre, nin só".

 

Lo peor, lo más bochornoso, es que los dos principales candidatos se muestren triunfantes y, los dos, estén convencidos, de que van a formar gobierno. Y que la ley electoral permita que se formen estos tinglados, más propios de una casa de apuestas que de unas Elecciones Generales.

 

Bonito espectáculo estamos dando a Europa y al mundo.