El pasado martes día 30 de abril, el concejal 'popular' Tomás Abeigón se despedía en el Pleno de la Corporación municipal, dando las gracias a todas las personas que facilitaron su trabajo en pro del Deporte de la ciudad de Pontevedra.
Para sorpresa de todos, en su alocución, Abeigón en un ejercicio de elegancia política hizo un guiño a cada uno de los grupos rivales, al igual que a su propio portavoz y compañeros, y sin olvidarse tampoco de Jacobo Moreira, que fue la persona que lo fichó para estas lides.
De todos los concejales que Moreira eligió para formar su equipo, Abeigón a mi entender fue el único que le fue leal (según la prensa se marchó de motu propio por lealtad a él) y con creces el único políticamente rentable, no sólo por ser un pontevedrés muy bien relacionado en la ciudad, sino también por el trabajo de campo que de forma callada y discreta realizó visitando personalmente a todos los clubs y todas las instalaciones deportivas de la ciudad y de sus parroquias, pues tal y como dijo en su despedida, de su paso por el Consistorio se elaboró un libro con las 30 mociones que registró en los 36 plenos celebrados durante los tres primeros años de mandato, pues estos últimos meses los pasó de baja. Libro que dicho sea de paso, lo prologó Mariano Rajoy.
Terminar diciendo que pasaran años para encontrarle en el ámbito deportivo municipal un sucesor a Abeigón, pues además del trabajo citado por el deporte local, cabe destacar sus intervenciones plenarias en las que además de anécdotas e ironía, nunca faltó el sentido crítico y un análisis profundo de los temas a abordar.
Abeigón fue la apuesta de Moreira por el deporte, y sin duda no defraudó, y eso es de agradecer.
Jesús Cortegoso Solla