Mi hija padece una enfermedad de las que están clasificadas como raras, es decir, única en el mundo, como muchas otras hoy en día.
Al llegar a la entrada de la sala, el empleado le dijo que no podía acceder con el bastón, que un bastón está calificado como arma.
Después de explicarle su problema e intentar convencerlo, la solución de dicho individuo era que la acompañaba a la butaca y se llevaba él el bastón hasta que saliese de la sala al acabar la película.
Me parece de coña, de ignorancia total por parte de ese individuo que está empleado en un local al que pueden acudir todo tipo de personas.
Al final, mi hija consiguió acceder, pero después de muchos rifirrafes con este individuo, con el consiguiente cabreo y malestar por parte de mi hija, ya que al final, lo que iba a ser una tarde de disfrute, fue una pesadilla.
Al salir, pidió la hoja de reclamaciones y se pusieron a la defensiva y discutiendo con ella.
Tuvo que volver al día siguiente para que el encargado se la diese y, aun así, le ponían "peros". Tardaron más de media hora para ver si desistía.
En fin, pongo esto en conocimiento para que las personas de Pontevedra que necesiten bastón para poder moverse no vayan a los cines de Vialia en Pontevedra porque les van a poner impedimentos. Una vergüenza.
Javier Saa