La Moureira. Parte primera

22 de diciembre 2017
Actualizada: 18 de junio 2024

Si hoy recorremos el barrio de la Moureira, nos adentramos por sus calles y nos impregnamos con el olor a mar, difícil nos resultará el poder entender que un día, en otra época muy lejana, este barrio pontevedrésb>, el arrabal de la villa, fue el motor que dio vida a toda la economía de nuestra ciudad.

Si hoy recorremos el barrio de la Moureira, nos adentramos por sus calles y nos impregnamos con el olor a mar, difícil nos resultará el poder entender que un día, en otra época muy lejana, este barrio pontevedrés, el arrabal de la villa, fue el motor que dio vida a toda la economía de nuestra ciudad.

Así como nuestro recinto histórico-artístico conserva, en gran medida, una estructura urbana medieval e imponentes edificios de épocas posteriores, para quienes contemplen la Moureira no hallará motivos para comprender que en estos mismos lugares, desde la "Ribeira dos Peiraos" en el Gafos hasta las inmediaciones del puente del Burgo, en tiempos pasados contemplaron un extenso y pujante complejo de prosperidad debido al aprovechamiento de la riqueza que nos proporcionaba el mar. Ese mar que fue el elemento que vertebrada de la vida económica de nuestra ciudad y al que incomprensiblemente con el paso del tiempo se le dio la espalda.

Sin embargo así fue, durante los siglos XV y XVI Pontevedra fue la villa más populosa y pujante de todo el reino de Galicia y todo ello gracias a la actividad marítima y comercial del Arrabal de la Moureira. De sus "peiraos" salían barcos para los enclaves comerciales más importantes del momento y a ellos llegaban las mercancías más solicitadas.

 

Como un hecho más notable de su poderío económico y mercantil, fueron los permanente e intensos contactos, por vía marítima, de la Pontevedra del siglo XVI con los grandes flujos comerciales europeos. No era nada raro cruzarse por las calles de la villa, dentro de un ambiente urbano marcadamente cosmopolita, con bretones, flamencos, portugueses y habitantes de todo el litoral peninsular.

 

A lo largo del siglo XVI los artículos que mayor volumen lograban para ser exportados eran principalmente el pescado y el vino, este último de la zona del Avia, vino del Ribeiro, que se embarcaba principalmente para Flandes e Inglaterra. Por el contrario, los productos importados aparecen encabezados por la sal, abundantemente consumida en la villa para la conservación del pescado, principalmente procedente de las salinas de Aveiro en Portugal, también las telas de lana inglesa y paños procedentes de Londres eran el producto estrella de la Pontevedra del siglo XVI, mercancías muy valoradas y solicitadas por los comerciantes pontevedreses.

 

La Moureira se extendía de forma lineal a lo largo del arco litoral dibujado por la ribera izquierda del río Lérez, desde el puente del Burgo, hasta la ensenada que formaba en su desembocadura el río Tomeza (río Gafos). Las murallas de la villa, las empinadas cuestas por las que descendía hacía el río, la plataforma de la actual Alameda y las escarpaduras del río de los Gafos limitaban su extensión tierra adentro, el mar determinó su configuración alargada y costera y su división en tres tramos:

 

"La Moureira de Arriba", se extendía desde las inmediaciones del puente del Burgo hasta los alrededores del puente de la Barca, lugar donde se situaban los astilleros y talleres relacionados con el mar. La Moureira de Arriba era la mercante, daba salida comercial a la "salgadura" de los pescadores y al resto de productos que de Galicia se distribuían a otros países, vino del Ribeiro, madera y otros. En su astillero se construían barcos de mayor eslora y tonelaje como las galeras y carabelas.

"La Moureira de la Barca", en las inmediaciones del "peirao" donde se encontraba la barca que comunicaba con la otra orilla de la ría y que dio más tarde lugar al puente de madera y posteriormente al actual puente de la Barca, desde allí se extendía hasta el lateral norte de la plaza de toros, donde se desarrollaba la actividad comercial.

 

"La Moureira de Abajo" o "de las Corbaceiras", era pescadora y totalmente autosuficiente. Transcurría desde las proximidades del puente de la Barca y la plaza de toros hasta la desembocadura del río Gafos, los viejos dicen que hasta el molino de Juan Novás O Peilán y su lavadero que aún se conserva al lado. Aquí se encontraban los "peiraos" con las fábricas de salazón de pescado, alfolíes y donde se ubicó también un hospital de leprosos. La Moureira de Abajo era totalmente pesquera, con propiedades y edificaciones originarias de los siglos XV y XVI.


 

(Continúa)