El fútbol español contribuye a ello dejando entrar en sus clubes y en el campo a estos grupos, que aunque minoritarios hacen mucho ruido. En España tenemos la ley 19/2007 de 11 de julio contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, pero según ha manifestado la policía ellos solos no pueden actuar sin la colaboración de las otras Instituciones (Liga, Real Federación Española de Fútbol, Clubes), y es que el Club debió actuar, el árbitro debió aplicar inmediatamente los protocolos. Tuvo que pasar este incidente, después de otros muchos en Estadios de fútbol de insultos xenófobos y homófobos, y la proyección internacional del mismo, para que nos planteemos en serio este problema, que también existe en la sociedad. Mientras exista un solo racista, habrá que tratar de erradicarlo, y lo imprescindible es la educación, por ello es tan importante invertir en la misma. Aunque considero que se debió actuar antes, y tomar medidas en el propio partido activando los protocolos necesarios, más vale tarde que nunca, y me alegro de que el Valencia Club de Fútbol esté tomando medidas contra las personas (por llamarles de forma respetuosa pues con su comportamiento se asemejaron a fieras rugiendo) y vaya a expulsar y no dejar entrar a ningún partido de fútbol a esos presuntos hinchas que ningún club que se precie puede considerar tales, la policía ya ha identificado a algunos, y también ha actuado la justicia, la fiscalía valenciana ha abierto diligencias de investigación, y el Real Madrid ha denunciado, pero yo iría mas allá, y además de aplicar las penas correspondientes, como creo en la reinserción se deben también hacer unos programas específicos de lucha contra el racismo y los delitos de odio para que los realicen los condenados, para el caso de que aún no estén en marcha.
El deporte es necesario, y cada vez se incentiva más por motivos de salud e incluso de salud mental, y el deporte en equipo fomenta muchos valores de convivencia y apoyo entre todos, la diversidad enriquece. La mayoría de la afición de fútbol, es una afición sana, y no se debe tolerar que unos cuantos acaben salpicando a todos, y dando una imagen racista de una afición y de un País, lo que no es cierto, pues son minoritarios, pero existir existe, y no se debe consentir, no podemos mirar a otro lado y tenemos que entre todos erradicarla.
La realidad es que la crispación y la falta de respeto se vive en la política, y con ello damos un ejemplo deplorable, y eso se traslada a la sociedad, tenemos que tratar entre todos de dar ejemplo, respetar al adversario que no enemigo, y explicar y debatir nuestros proyectos con firmeza y convicción, pero escuchando al adversario y rebatirle con respeto.
Los partidos xenófobos, homófobos, están contribuyendo e incitando a esa crispación y al odio, con su discurso fácil e injusto de echar culpa de muchos males a la emigración, por cierto de la misma que se aprovechan, sin escrúpulos, para explotarla en su beneficio. Y no se puede consentir, contra el racismo, la xenofobia, homofobia o cualquier tipo de discriminación tolerancia cero.
Debido a estos deplorables hechos, he recordado al gran Martin Luther King durante su discurso el 28 de agosto de 1963 "Tengo un sueño”, y en el mismo decía: "Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina, gatea. Pero hagas lo que hagas, siempre sigue hacia delante. "He decidido apostar por el amor. El odio es una carga demasiado pesada”. "Tengo un sueño, que mis cuatro hijos vivan un día en una nación en la que no sean juzgados por el color de su piel sino por la naturaleza de su carácter”. "Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”.
Y hoy más que nunca están vigentes y hay que reiterar y reivindicar las palabras de Luther King : "Tengo un sueño, un solo sueño. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas”. Esperemos que ese sueño se acabe cumpliendo, y se acabe erradicando el racismo, la xenofobia, homofobia, o cualquier tipo de discriminación, logrando una convivencia en paz en igualdad, ese día seremos auténticamente libres.