No voy a caer en la cursilada del titular fácil que sería algo así como escribir "90 minutos para la gloria". Entre otras cosas porque la gloria debe ser seguramente algo más que ascender a una categoría de la que, en el peor de los casos, nunca debimos salir.
Tampoco diré que ser aficionado del Pontevedra sea lo más gratificante del mundo. Si al Atlético de Madrid se le conoce como "el Pupas", los que le pusieron dicho apelativo seguramente no conocían las amarguras que por estos pagos hemos vivido de hace bastantes años a esta parte.
Pero puede que precisamente por eso las alegrías, cuando llegan, se paladeen de una forma muy especial, más intensa.
Y eso es precisamente lo que esperamos vivir en la noche de este sábado. 90 minutos (ó 120, o los que sean, incluidos penaltis si hace falta) para que una ciudad, una comarca, una afición, pueda estallar de júbilo, viendo a los suyos recuperar un escalón, un peldaño en el camino hacia donde le corresponde estar por historia.
Ser del Madrid o del Barça es muy sencillo y hasta cómodo, pero ser del Pontevedra es especial. No sé si imprime carácter, pero no me negaréis que no es para presumir en toda Galicia de la afición que tenemos. Todo un lujazo.
Hay que ganar por dos goles al Haro Deportivo. No será fácil. Habrá que sufrir y el éxito no está garantizado (nunca lo está en el deporte). Pasarón se llenará. Puede que muchos acudan excépticos. Escaldados por fracasos anteriores, pero también sabiendo que no pueden perderse la posibilidad de una de esas tremendas alegrías que muy de vez en cuando nos da nuestro Pontevedriña.
Lesionados, sancionados, preocupaciones de si juega uno u otro, si no puede hacerlo Pablo Carnero, si los nervios, si la responsabilidad. Pues voy a deciros una cosa, a mi ni siquiera me importa quién o quiénes serán los jugadores que salten al terreno de juego. Y ¿sabéis por qué?, pues porque juegue quien juegue sé que lo va a dar todo.
Ninguno de ellos es Messi o Cristiano, pero para mí en estos momentos son los mejores, simplemente porque van a defender los colores de "mi" equipo y eso es algo que esos otros nunca harán. Como el "agraviado" Roelio, no serán los más guapos pero son nuestros. Ellos nos representarán y defenderán. Nosotros haremos lo mismo con ellos.
En Pasarón habrá casi 12.000 granates. Soplando a favor. Soñando juntos. Deseando vivir una tarde-noche de alegría, que bien merecida nos la tenemos después de tanto sufrimiento. Ojalá llegue, pero si así no fuese, pase lo que pase este sábado, casi acariciando el domingo, somos y seguiremos siendo del Pontevedra.
Postdata: A los "aficionados" que entienden la animación de forma diferente. A los de los rollitos de papel higiénico durante el partido. A los que invaden el campo para celebrar un gol o al final del partido: Sentidiño. Queremos una fiesta, no lamentar cualquier desgracia. El sitio de la afición es la grada. Dejemos el campo para los futbolistas, para que ellos puedan celebrar el éxito, si se produce, y puedan hacerlo con todos, no sólo con unos pocos.