Sin científicos no hay ciencia. Sin ciencia no hay futuro

15 de febrero 2022
Actualizada: 18 de junio 2024

La carrera científica, una odisea: una carrera, un máster, un doctorado, emigrar, un postdoc, otro postdoc, alguna beca, un contrato ¡milagro!… pero unas condiciones que válgame Dios! Tanto trabajo y que poco reconocido.

Veréis, estos días en la prensa salen reivindicaciones (me sumo a ellas) de científicos gallegos todos de alto nivel y con un amplio bagaje científico, y leyendo los artículos uno se da cuenta que el sistema no los trata muy bien.

Los científicos biomédicos en Galicia que trabajan en el sistema sanitario parecen los olvidados de cualquier reforma o presupuesto que se precie. Bueno si, a veces te llaman para una foto con bata blanca porque eso mola, decir que en Galicia sus hospitales hacen investigación…

La carrera científica, una odisea: una carrera, un máster, un doctorado, emigrar, un postdoc, otro postdoc, alguna beca, un contrato ¡milagro!… pero unas condiciones que válgame Dios! Tanto trabajo y que poco reconocido.

Evaluación tras evaluación, siempre cumpliendo objetivos con creces (excelencia le llaman) pero sigues inestable, con un pie dentro y otro fuera de tu puesto de trabajo. Así está la carrera investigadora en el ámbito sanitario de este país, sin definir.

Si a eso le sumas la falta de financiación (muy por debajo de la media europea), la prometida Ley de la Ciencia que no llega ni con unos ni con otros, ni derecha ni izquierda… Promesas que no valen nada como decían Los Piratas.

La ciencia y los cientific@s, los eternos olvidados en este país. 

Día tras día, noches incluidas, los científicos siempre desbarrando y tratando de avanzar en el conocimiento, hacer descubrimientos, innovar… ¡qué bonito suena! Pero, la realidad es más dura, una carrera de obstáculos continua, el pan de cada día de muchos científicos en este país. Lo triste es que así deba ser para uno poder labrarse un futuro como científico en España ya que no sueles tener otra opción.

Parece que una vez decides dedicarte a la ciencia y ser científico, entras en un círculo vicioso, y te has condenado. Años y años de duro trabajo, emigración, inestabilidad, sueldos que dejan mucho que desear (janaba máis de palanquín - hasta yo me río)…

Una incertidumbre continua que hasta Heisenberg se asustaría, y todo ¿para qué? Buena pregunta ¿Igual para que te tomen el pelo?

Muchos científic@s regresaron del extranjero y tuvieron que volver a emigrar, ya que las promesas nunca se cumplieron. Otros ya ni se plantean volver pues ya saben lo que hay, viendo batacazo tras batacazo de otros compañeros, año tras año, uno acaba aprendiendo la lección. ¡Mejor pájaro en mano que ciento volando! Y si habla otro idioma, mejor.

Algunos con los años, casi con nietos o cerca de la jubilación por fin se mal estabilizan (un máximo de dos años de contrato y con evaluaciones para poder renovar…) Suerte que están curtidos y están al nivel de Rambo como supervivientes.Pero es muy triste que así sea. Tu propio país parece que no reconoce tu larga y exitosa carrera investigadora lo suficiente, te da migajas. Y mientras tanto EEUU, Alemania… contentos de recibirnos ¿Es culpa de los científic@s? Como diría Antonio Ozores ¡No hijo, no!

Lo peor es que después de formarse y trabajar aquí, y muchos años en el extranjero, después de regresar y pasar procesos de selección competitivos, conseguir becas y contratos de prestigio, premios, publicar, dirigir proyectos, conseguir financiación, formar nuevos doctores, y un largo sin fin… pues, la mayoría de los científicos que trabajamos en hospitales haciendo investigación biomédica aquí en Galicia convivimos con el limbo de la inestabilidad laboral.

Dicen que no existe la figura, que se está trabajando en ello (años de esto), que se aprobará pronto o se hará después de las elecciones… y que se yo. Excusas muchas, hechos pocos o ninguno. Y los contratos estables ¿para cuándo?

Aviso a navegantes, se nota menor interés por los jóvenes para dedicarse a la ciencia en los últimos años. Es verdad que el mundo ha cambiado, hay nuevos trabajos, tecnologías… pero la ciencia siempre será esencial para el desarrollo y progreso de un país. Sin embargo, hablando alto y claro ¿quién carajo va a querer dedicarse a la investigación, si los científic@s son tratados como la merde?

Pues que sepáis que se está creando un gap desde hace años, y los que antes iban entusiasmados a hacer doctorados, ser científic@s, pues ahora se ven menos entusiastas, y muchos ya ni se lo plantean y prefieren elegir otro camino (pocas becas, proyectos que no financian personal, etc). No sigo, porque podría escribir un libro.

Y muchos pensareis ¿cómo es posible? Nosotros pensamos lo mismo, y años sino décadas después aún sigue la cosa igual. Parece que la nueva reforma laboral recién aprobada deja fuera a la investigación biomédica, o eso parece.

Los políticos, desde aquí a Marte, se les llena la boca al hablar de ciencia, pero el problema señores sigue sin resolverse.

En este país ¿se van a tomar en serio algún día la investigación, aprobar una Ley de la Ciencia como Dios manda, aumentar la inversión en I+D+i como se merece? ¿Les gustaría que su carrera política fuese así? Claro, ahí las cosas parece que funcionan de otra manera, y aunque no funcionen, algo siempre surge, las puertas siguen dando vueltas. 

Acabo haciendo una llamada de atención a los que gobiernan aquí y a nivel nacional, que no se olviden que “sin científicos no hay ciencia, y sin ciencia no hay futuro”. No apostar por la ciencia, ni pelear por sus científic@s, hará que siempre seamos un país de segunda o tercera, sol y playa, y poco más. Lo saben tan bien como nosotros, y eso es lo peor, que a sabiendas no hacen nada por cambiarlo ni mejorarlo.

#SinCientíficosNoHayCiencia

#SinCienciaNoHayFuturo.

 

Roberto Agís