Psoe, principal problema de España

27 de marzo 2024
Actualizada: 18 de junio

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¿Qué piensa el nacionalismo? El nacionalismo piensa en cómo destruir la nación España, ya sea mediante métodos legales utilizando mecanismos democráticos, y utilizando otros métodos no tan democráticos o radicalmente antidemocráticos.

¿Qué quiere el nacionalismo? Quiere la eliminación de la realidad histórica nacional porque España es un instrumento de dominación: ellos sí que forman parte de una nación auténtica -Cataluña, Vascongadas, Galicia… y Valencia, Navarra, Baleares…, un sindiós impresionante de las élites extractivas regionales- y no España, que es un conglomerado jurídico.

¿Qué hace el nacionalismo? Muchas y diversas cosas todas ellas enfocadas en los fines anteriores, pero mientras no alcanza la verdadera meta final utiliza la democracia de todos los españoles para convertirse en una burocracia territorial dentro del poder, a la par que cercena culturalmente la vida española -por acción u omisión-, mientras genera su propia historia cultural utilizando de forma expresa y sectaria la exclusión de todo lo concerniente al común de la ciudadanía, de su cultura y su lengua.

 

De forma tal que para conseguir sus objetivos tienen que tratar de destruir el Estado basado en la Constitución de todos los españoles, aquella en la que el conjunto del pueblo español -de arriba abajo, de izquierda a derecha- es soberano en una sociedad democrática -todos los españoles son los que tienen poder de decidir por Ley ante asuntos que atañen a la esencia normativa de la nación- y, por tanto, para conseguir sus objetivos necesitan destruir la sociedad democrática actual.

 

Una de las maneras más plausibles para destruir España es transformarla en un estado plurinacional, nación de naciones o Estado confederal, como se le quiera denominar. No hay que dar un golpe ya, hoy, que sería ilegal, sino que las “auténticas naciones” van relacionándose directamente con el Estado con el fin de dotarse de un régimen fiscal y, sobre todo, una judicatura autónoma. Con el Estado doblegado, debilitado y entregado, llegado a este punto solamente restaría tomar la decisión que mejor convenga. En cualquier caso, la nación España habría dejado de existir, la democracia también, la Monarquía también.

¿Caos? ¡Qué va, neniño, qué va!

 

Podrían unirse el bng, bildu, esquerra… todos estos españoles constituyen junto con otros europeos los últimos totalitarios de Occidente. Las sociedades democráticas europeas han vencido a todos: al pútrido comunismo, al socialismo real carcelario, al inmenso horror nazi, al fascismo… pero falta derrotar el nacionalismo. La última aparición estelar del nacionalismo con todas sus armas fue la destrucción y muerte de los Balcanes, cuando fue capaz de envenenar las sociedades hasta llegar a levantar sus propios campos de concentración: entre alambradas fueron asesinadas cientos de personas y muchas murieron o padecieron hambruna. Todo esto mientras separaban a golpes y a cañonazos los triunfantes Hunos sobre los asesinados y bombardeados Otros. Biblioteca de Sarajevo.

El nacionalismo goza en la sociedad democrática española de un buen pasar, de un excelente buen pasar, casi sin ser molestados por ninguna fuerza política que una y otra vez muestre su rostro totalitario. Muchos son los que los apoyan y creo no equivocarme en sus razones: el nacionalismo aúna los dos grandes temas que, en los finales del siglo XX, el comunismo y el socialismo fueron incapaces de llevar a cabo: dinamitar la nación, España, y por tanto acabar con la libertad, el capitalismo.

El nacionalismo domina ideológicamente muchos sectores fundamentales de la sociedad: la enseñanza y la cultura en primer lugar, otorgándose premios entre ellos como si no hubiera un mañana. Dispone de poder suficiente para ser una opción política fundamental en la sociedad. Además, los que tendrían que enfrentarse ideológicamente al nacionalismo no lo hacen. Pese a manifestarse abiertamente excluyentes, racistas, autoritarios, insolidarios, claramente totalitarios, aún anda el centro derecha calculando que su candidato a las elecciones de mayo no está bien visto por las patronales, unos nacionalistas que jamás han dicho ni mú en relación al proceso totalitario. Para quien quiera imaginar cómo sería un régimen nacionalista solamente hay que pensar en una situación política especial -independencia, por ejemplo- en la que toda la estructura jurídica fuese su Ley, la única existente, sin otra Justicia: un régimen autoritario radical sin libertades individuales. Todo po-la patria.

Están en las instituciones, en el gobierno de las ciudades, administraciones territoriales…, en espera de la lucha final gobiernan aplicando el máximo común divisor que les permite dinero y poder para no dejar de tenerlo. El mcd es la lengua -primero proletaria, luego administrativa, después subvencionada y al final ni bilingüismo ni gaitas: sin libertad ni respeto para la ciudadanía, un arma cargada de futuro, lingua totalitaria do meu pobo, muerte civil para todos los que no comulguen con la iglesia. Aquí en la comunidad autónoma tenemos un movimiento nacionalista, indudablemente un Movimiento Nacional, que cristaliza en una organización de masas (nunca mejor dicho) que, a su vez, está tutelada por un partido nacionalista que es marxista-leninista, famélica legión, y que lo primero que muestra tan pronto abrimos la puerta es ese loor e loubanza a un tipo que empuñó las armas en plena democracia para pegar tiros en la nuca a quienes les saliesen del carajo. Semejantes demócratas del siglo XXI son la alternativa de gobierno.

En plena sociedad democrática española los nacionalistas han asesinado a base de tiros en la nuca: han asesinado, y lo han hecho la mayoría en democracia, a casi mil personas, herido, destruido familias, bienes, propiedades, miles se marcharon de sus casas… y hoy estos totalitarios van a ganar las elecciones autonómicas. En plena sociedad democrática española los totalitarios han dado un golpe de Estado para implantar su régimen y convertir a la mitad de la población en ciudadanos sin derechos civiles, y aún no lo han conseguido. Van a ganar las elecciones autonómicas. ¿Cómo es posible?

 

Los españoles no tendríamos preocupación alguna con las posibles victorias del nacionalismo en las autonomías: los ciudadanos sufriríamos la aplicación ideológica de unos programas sectarios, partidistas, excluyentes, antidemocráticos, antieconómicos, pero al cabo de 4 años tendríamos la posibilidad de mandarlos a trabajar. Pero hoy los ataques del nacionalismo a la estructura del Estado pueden llegar a poner fin a España como entidad histórica y como proyecto político. ¿Cómo es posible que los nacionalistas tengan contra las cuerdas a todo el Estado y, por tanto, a la sociedad democrática española y a sus ciudadanos, libres e iguales?

 

No olvido al culpable. El psoe.