Los psicópatas al poder

11 de abril 2025

La política empieza a estar dominada por sociópatas, gente que tiene una concepción del mundo en el que la sociedad no existe y dónde ellos se encargan de gestionar los recursos colectivos

Hemos pasado de un mundo en el que la diplomacia era la principal herramienta para las relaciones entre estados, a perder las formas de forma muy peligrosa. Cuando el fascismo llegó a Europa en los años treinta, primero entraron con la palabra, con gestos y discursos convincentes que la gente se creyó. Luego llegaron los hechos.

Sin embargo, ahora es al revés. La política está tan desvirtuada que ha caído en manos de zafios que ni siquiera disponen de una oratoria mínimamente decente. Parece que viviéramos en una realidad virtual, dentro de un videojuego perverso en el que los personajes dominantes azuzan a las masas con mentiras y eslóganes siniestros de fácil consumo.

Vean, por ejemplo, la imagen de Milei regalando una motosierra a Elon Musk, que la sostiene en sus manos mientras hace el gesto de cortarlo todo, como Leatherface en La Matanza de Texas. De momento, Musk no corta cuerpos humanos, pero trata de simbolizar el recorte en gasto público, ese nuevo mantra con el que la ultraderecha trata de engañar a quienes, por cierto, más necesitan de lo público. El mundo al revés.

La política empieza a estar dominada por sociópatas, gente que tiene una concepción del mundo en el que la sociedad no existe y dónde ellos se encargan de gestionar los recursos colectivos. Llegan al poder con la idea de recortar el gasto público porque los consideran gastos prescindibles a los que la gente no tiene derecho, negando toda concepción de gasto y justicia social. Niegan la propia sociedad y lo basan todo en los individualismos.

Milei es un psicópata y Musk un psicópata con afanes fascistas de control de los recursos, de la economía y del planeta entero. Sin embargo, ese discurso anti estado que destilan es falso porque, por ejemplo, Musk no sería nada sin los contratos que tiene con el estado, o el propio Abascal, que se pasa el día lanzando discursos en contra del estado pero dirige un partido cuya financiación depende en un 70% de recursos estatales.

En definitiva, se atisban tiempos muy malos, tiempos en los que los avances tecnológicos no van en paralelo al de la propia sociedad, que se deja pastorear en vez de agarrarse al pensamiento crítico. Los psicópatas se están haciendo con el poder de nuevo.