La implantación de un proyecto de estas características implica realizar una evaluación del riesgo de cara a proteger la salud de los trabajadores y garantizar la de la población circundante. Si bien es cierto que la industria de celulosa tiene un historial de numerosos delitos ecológicos y ha contribuido al calentamiento global del planeta, no es menos cierto que en los últimos años ha evolucionado a una reducción significativa en la utilización de productos químicos peligrosos y a incorporar mejoras tecnológicas en los procesos de producción, así como medidas correctoras de cara a minimizar los problemas de contaminación; dando pasos hacia la economía circular y la descarbonización, al objeto de reducir las emisiones de GEI a la atmósfera. El proyecto Altri que se quiere instalar en Palas de Rei merece un análisis riguroso y objetivo en base a la documentación presentada, y no se puede equiparar con la factoría de pasta de celulosa para producir papel que se instaló en Pontevedra en 1957 y se inauguró en 1963; un error histórico el enclave elegido para una fábrica no que no disponía de las medidas correctoras necesarias, causando un impacto ambiental y sanitario brutal en la ciudad y en la ría de Pontevedra.
¿Cómo afecta a la salud de la población el vivir en las proximidades de una factoría potencialmente contaminante? A pesar de las limitaciones y dificultades que tienen los estudios epidemiológicos de cara a establecer una relación causa-efecto entre la exposición a productos químicos peligrosos y el desarrollo de una determinada enfermedad, no es menos cierto que, hay acumulada evidencia científica que nos alerta de la necesidad de establecer una vigilancia muy rigurosa y aplicar estrictamente la normativa, con la finalidad de proteger la salud y el medio ambiente. El IARC se encarga de dirigir y coordinar las investigaciones sobre las causas del cáncer y los estudios epidemiológicos sobre su incidencia a nivel mundial. Cuando se trata de estudiar la posible incidencia que tiene el desarrollo de una actividad que utiliza productos potencialmente nocivos para la salud de la población, es preciso diferenciar dos aspectos:
Conocer el potencial intrínseco que tiene una sustancia para producir un aspecto negativo en la salud humana o el medio ambiente, lo que se conoce como la peligrosidad de la sustancia que viene marcada por las características físico-químicas, toxicológicas y epidemiológicas.
Conocer las circunstancias de su manipulación, desde el origen hasta su posible eliminación, ya que estos productos determinan la posibilidad de que la sustancia peligrosa entre o no en contacto con la población y, como consecuencia de ello, produzca efectos en la salud.
La implantación de un proyecto que puede repercutir en la salud de la población precisa de una evaluación de riesgo toxicológico que permita un uso seguro tanto para la salud humana como para el medio ambiente, complementa necesariamente la evaluación de impacto ambiental. El impacto que pueda tener una factoría de celulosa en la población circundante, que estará expuesta a un espectro de productos químicos con efectos a largo plazo, dependerá de la eficacia de depuración de los efluentes antes de eliminarse a través del agua, del aire y del suelo; se trata de implementar y disponer de las medidas correctoras en todos los procesos de producción que tendrán lugar en la factoría. A los trabajadores se les debe informar de los posibles riesgos laborales en la salud. La falta de investigaciones objetivas, rigurosas y precisas que permitan medir el impacto en la salud de la exposición a los contaminantes, limita la evaluación de los riesgos a los que estará sometida la población circundante y del entorno más próximo a la factoría, y resulta mucho más complejo el evaluar los efectos en la salud a largo plazo.