¿Por qué abrir Pontevedra a la Ría? Por una sencilla razón: porque Pontevedra vive de espaldas a ella.
No hacen falta muchas explicaciones escritas sobre este punto. Basta un paseo por Orillamar para darse cuenta de los locales cerrados y de la falta de vida de esta zona de la ciudad. Lo que en otros lugares es movimiento, aquí es parálisis. Hasta los más afines al BNG de Lores lo pueden admitir: la zona más cercana al río se ha convertido, básicamente, en una circunvalación... llena de lombos.
Esto, que los pontevedreses nos hemos acostumbrado a ver como normal, es una anomalía. Pensemos en San Sebastián, pensemos en Gijón, pensemos en A Coruña, pensemos en Lisboa. Todas estas ciudades viven de cara al mar, disfrutando las potencialidades que les ofrece la costa. Pontevedra no. Pontevedra vive de espaldas a la ría, no la integra urbanísticamente. De hecho, parece que la desprecia.
Es algo a lo que no se ha puesto freno en 20 años y que tampoco tiene visos de solucionarse en el futuro si no hay un cambio en el ayuntamiento. La única zona aprovechada en la actualidad es la Illa das Esculturas, puesta en marcha por Juan Luis Pedrosa, del Partido Popular, y que durante años fue dejada en el olvido y el abandono por ese mismo motivo.
Pero la ribera de Pontevedra es más que eso. Y lo que proponemos es poner en marcha proyectos que permitan revitalizarla: impulsar iniciativas que atraigan gente de dentro y de fuera de la ciudad y que eso se convierta en un motor.
Las iniciativas que proponemos, trabajadas, detalladas y realizables en mi primer mandato como alcalde, son tres: locales de hostelería, con terrazas y zona chill out, al estilo de las docas de Lisboa, más un aparcamiento en As Corbaceiras; una Escuela de Vela que establecería convenios con los colegios del municipio, junto al Club Naval; y un aparcamiento gratuito de 540 plazas con una plaza sobre él en la parcela de Costas frente al pabellón (sí, esa parcela que ahora mismo presenta una imagen lamentable, con tres baches por metro cuadrado).
Podríamos decir que queremos poner el impulso necesario, que estos tres proyectos sean el encendido que active la maquinaria. Una especie de imán.
Nada de esto tiene sentido sin dos proyectos paralelos: la mejora de la depuradora que permita paliar la falta de inversión en saneamiento por parte del Concello, y el dragado del río Lérez, que empezará a acometerse el año que viene, según el compromiso que me transmitió la Xunta personalmente, y que se realizará tanto si yo soy alcalde como si no.
Estoy convencido de que 'Abrir Pontevedra a la Ría' cambiará la percepción que tenemos de nuestra ribera. Presenté el proyecto el pasado jueves y desde entonces no han parado de preguntarme por él. Los wasaps y las redes sociales han sido un hervidero. ¿Qué significa eso? Que después de 20 años Pontevedra quiere ideas nuevas y proyectos nuevos. Ideas nuevas y proyectos nuevos sobre las que debatir y que solucionen problemas que se creían eternos. Ideas nuevas y proyectos nuevos que sólo pueden ser acometidas por personas nuevas y equipos nuevos.