La personalidad, el carácter, se forma en torno a los primeros años de vida. Es entonces cuando el infante decide qué cosas le gustan, a dónde ir, qué juguetes prefiere. La vida le ofrece un sinnúmero de posibilidades, territorios que explorar, texturas que oler, tocar y sentir, sitios que visitar con sus piernecitas y comidas que paladear.
Mi sobrino Santiago es un ejemplo de ello. Con catorce meses ya sabes que le gusta a coliflor hervida y las hamburguesas de atún, los yogures bebibles de bebé y los pantalones cortos, jugar en el parque a girar la rueda y saltar en la rejilla de goma. Sabe que le gusta dormir con música suave, enroscado en su cunita, y que para bañarse gusta de remojar una regadera de juguete que tira el agua por fuera. Conoce el tono de voz de su madre, mi hermana, y se pone contento cada vez que llega, y le gusta ir a caballito en los hombros de su padre, mi cuñado.
Para dar sus primeros pasos le gusta ir de la mano en una superficie donde se sienta seguro, como el parque con suelo de goma, y para conciliar el sueño le gusta oír el cuento de los tres cerditos y la música de Baby Shark.
Prefiere los ambientes urbanos y campestres a la playa, se siente más cómodo con otros niños y niñas y los juguetes compartidos, le gusta prestar los suyos y también comparte su comida con su manita pequeña, cogiendo por ejemplo un trozo de brécol cocido y dándoselo en la boca a su mamá, como antes de enseñarle a coger la cuchara le hacían a él.
Cuando se enfada y coge una rabieta llora con lágrimas que rompen el alma, y se enfada si le quitan una pelota o el palo de una escoba, uno de sus juguetes favoritos.
Es voluntarioso y tenaz, elige lo que quiere y lo que le gusta mediante ademanes, gestos y balbuceos, y se dirige gateando a toda marcha hacia su objetivo cuando quiere alcanzarlo.
Es cariñoso y tierno con sus seres queridos, le gustan los abrazos y los cuentos, y coger del pelo a la gente para socializar y comprobar que están ahí.
Su personalidad se va conformando con gustos, colores, texturas, sonidos, preferencias y quereres, que le hacen un ser único e inimitable a ojos de su familia y del entorno.
Estoy segura de que de mayor tendrá personalidad, será risueño, noble y generoso, sociable y decidido en sus principios y valores.
Le gustará, como ahora, compartir y establecer vínculos, y tendrá claro a dónde quiere ir igual que cuando dirige sus pasitos de manera decidida a la cocina o al salón.
Estoy segura de que tendrá muchas otras cualidades que ahora ignoro, y que vendrán a complementar estas, y así su personalidad se verá reflejada en todas ellas.
Santiago está forjando su ser en estos primeros meses de vida, y es un honor acompañarle y poder estar en su camino para ir descubriéndolo.