Muchas razones tenemos para escuchar a Carlota Bellas

22 de diciembre 2024

Recientemente tuve ocasión de visualizar en redes sociales un video que llamó mi atención por varias razones y que está protagonizado por la Guardia Civil Carlota Bellas, perteneciente al EMUME (Equipo de Mujer y Menor) de la Comandancia de A Coruña, que, por cierto, recientemente ha recibido un reconocimiento por su destacada labor en la lucha contra la violencia hacia la mujer.

La primera es la templanza con la que expone una realidad y que, sin perder un ápice de objetividad, empatiza y se pone en el lugar de personas que sufren situaciones violentas desde la comprensión y la ternura.

La segunda sería la profesionalidad que demuestra para, brevemente, describir lo duro de su labor dibujando un perfil de las víctimas que han sido sometidas a una violencia inimaginable, con un tono que denota mucha sensibilidad y preocupación ante hechos gravísimos.

Por último, la valía y valentía que demuestra exponiendo un hecho extremadamente preocupante que, desde las instituciones políticas, no son capaces de enfrentar más allá de mencionarlo como una anécdota y no como un grave problema al que hay que buscar soluciones y el reconocimiento de que no se hacen las cosas bien, o por lo menos, no de forma adecuada, y no es otra cosa que el aumento de la violencia y el machismo más recalcitrante entre los más jóvenes a pesar de la formación y la información de la que actualmente disfrutan.

Creo y, como siempre reitero desde mi punto de vista y opinión, necesitamos más profesionales como Carlota para que podamos lograr entender lo que sucede, en qué fallamos y cómo corregir esta realidad. Es imprescindible escucharles, darles voz y usar su conocimiento para empezar a tomar en serio, las instituciones y también padres y familias, que nos hemos topado con que, logros alcanzados por generaciones anteriores durante muchos años, no están sirviendo de nada ni calado en los adolescentes.

No parece útil el haber logrado modificar costumbres y hábitos, habernos reeducado para dejar atrás conductas que no favorecen a la mujer pero tampoco al conjunto de la sociedad en general, incluyendo a los hombres, el haber entendido que la desigualdad no produce bienestar y sí injusticia y ahora vemos desolados como se reviven conductas más típicas de décadas pasadas. Deberíamos preguntarnos por qué los jóvenes que tienen a favor el conjunto de reformas y mejoras logradas anteriormente retoman actuaciones violentas y controladoras que los alejan del respeto que han de tener hacia sus iguales indistintamente sea su género o cualquier otra condición y que adopten, además, en edades tan tempranas, comportamientos posesivos y limitantes de las libertades individuales convirtiendo en cárceles relaciones que nada tienen que ver con el amor. 

También deberíamos plantearnos cuán útiles están siendo las campañas de concienciación y desde la observancia de su eficacia, posiblemente, haya que dar una vuelta a los actuales planteamientos y ser rigurosos en un tema tan serio ya que afecta a los que son el futuro de nuestra sociedad.

Encontrar la causa del problema sería ya una parte de la solución, y sin lugar a dudas es imprescindible escuchar a los que como, Carlota Bellas, están en contacto esta realidad y conocen de primera mano el problema ya que, muy posiblemente, con su conocimiento, formación e implicación podrían dar una valiosa información que redundaría de forma muy beneficiosa en la búsqueda de mejorar una situación tan triste como esta.