"Deberá estar rematada y con posibilidade de funcionar antes 6 decembro do ano 2022", esto dicen textualmente los pliegos del contrato de la luces de Navidad del ayuntamiento de Pontevedra.
Recientemente una gran parte de los pontevedreses, hemos visto con disgusto, la decisión por parte del señor Lores de retrasar el encendido de luces de Navidad, con grave perjuicio económico para el comercio, la hostelería y la hotelería de nuestra ciudad. Está demostrado, y así lo dice el propio BNG en el contrato firmado, que las luces navideñas son un estímulo muy potente para incitar las visitas a una ciudad y para estimular las compras navideñas. No hay que ir muy lejos para ver ejemplos donde la decoración de navidad se ha convertido en un potente estímulo económico y social.
Pero si el retraso del encendido navideño es una nueva piedra a los negocios de Pontevedra, la justificación hecha por parte de los concejales y del señor Lores es una falta de respeto a la inteligencia de los Pontevedreses.
La decisión no fue tomada por un supuesto respeto al medio ambiente, eso es falso, la decisión fue tomada, porque ante la dejadez el señor Lores, simplemente, los contratos no se firmaron a tiempo.
Pero este supuesto respeto al cambio climático, fue defendido por la concejala de fiestas, por el vicepresidente de la diputación (mientras la diputación encedia unas magnificas luces en nuestra ciudad), por la portavoz municipal, y por el propio Lores, utilizando el medio ambiente como disculpa ante su propia incapacidad para firmar a tiempo los contratos.
Todos los concejales del BNG, todos los concejales del PSOE (ellos si encendieron las luces a tiempo) todos los funcionarios del ayuntamiento de Pontevedra y todos los periodistas de la ciudad, saben, que el cambio climático, es una burda excusa para tratar de ocultar un error de bulto de un gobierno cansado y agotado.
Flaco favor se le hace al cambio climático y a la mejora del medio ambiente si se utiliza como excusa para tapar los propios errores que como parte fundamental de la conciencia colectiva que debe guiar a los administradores públicos.
El problema ahora es que Pontevedra sin luces está triste, Pontevedra sin luces ha perjudicado al comercio y a la hostelería de una forma importante, sectores que han sufrido mucho en los últimos años, Pontevedra sin luces ve como los vecinos de los alrededores escogen otros sitios para hacer compras o para pasear.
En los próximos años, debemos buscar nuevos estímulos para que Pontevedra vuelva a convertirse en polo de atracción de turismo y de empresas, y recupere la actividad que ha perdido en los últimos años.
Desde el Concello se debe trabajar en favorecer y potenciar nuestros sectores, no perjudicarlos de forma unilateral como ha hecho el señor Lores.
Lamentablemente, parece ser que el señor Lores no se dio cuenta de que este año la Navidad era el 25 de Diciembre.