Abuso del lenguaje

26 de marzo 2025

Quien sabe mucho de esto es Emepunto Rajoy, un funambulista del lenguaje. Ojo, y esto lo digo en serio (lo demás un poco menos), es también uno de los mejores oradores de los que me he parado a escuchar en los debates del estado de la nación

Cuando le dices a alguien: "no es por nada, pero..." en realidad es por todo. Esto es un ejemplo de cómo manejamos el lenguaje como si fuese chicle, y es que seguramente es algo con una textura semejante al chicle, porque el lenguaje también se estira y se encoge, se mete en la boca, se mastica, se hacen globos con las palabras, globos que a veces nos explotan en la cara. Quien sabe mucho de esto es Emepunto Rajoy, un funambulista del lenguaje.

Ojo, y esto lo digo en serio (lo demás un poco menos), es también uno de los mejores oradores de los que me he parado a escuchar en los debates del estado de la nación. Dices "de la nación" y te entra una cosa como de ponerte firmes, tan asimilado está lo del estado de las autonomías. Cosas mías.

Pues eso, que Rajoy cuando se pone las pilas es totalmente eficiente en materia de construcción sintáctica y la semántica no le falla porque de tonto no tiene un pelo. Lo que ocurre es que ha desarrollado una forma de responder sin responder, liándola parda con las coordinadas, las subordinadas, los sujetos y los predicados, y ha cosechado tanto éxito mediático con ese estilo que ahora abusa de él. Porque claro, lo emplea para apagar incendios y de su legislatura salió bastante quemado y ahora las brasas que ha dejado le hacen ponerse el traje de bombero torero en cuanta comparecencia lo requiere (y aún le queda alguna).

Luego hay gente que usa el idioma como una escopeta. Recortada. Es el caso de Trump, que factura frases cortas y cortantes, procedentes de ideas del mismo tamaño. Su pensamiento es más bien fragmentado: es un hombre de negocios, no un pensador. Más de acción que de reflexión, su forma de proyectarse ante el mundo es la del pistolero que primero dispara y después pregunta. Por ello no es infrecuente ver que se vuelve atrás de decisiones que ya ha puesto en marcha.

Los suyos admiran lo bien que se le entiende cuando habla, lo fácil que le resulta despertar horror o regocijo, dependiendo de la audiencia. Es un personaje digno de estudio. También de otras cosas menos positivas, pero allá quiénes lo votaron y quiénes lo aplauden.