Lo que vendrá

02 de diciembre 2019
Actualizada: 18 de junio 2024

Debo reconocer que este mes no tengo mucho que decirles. Porque… ¿de qué se habla cuando el año está al borde del final? Supongo que lo típico. Que antes de ayer aún era enero, que qué pena no haber podido cumplir ninguno de los propósitos que nos hicimos entre la cena, la borrachera y la resaca de tres días de fin de año. Un año más se va y nosotros somos más viejos… ya saben lo que opino sobre esto y no voy a incidir en lo mismo

Debo reconocer que este mes no tengo mucho que decirles. Porque… ¿de qué se habla cuando el año está al borde del final?

Supongo que lo típico. Que antes de ayer aún era enero, que qué pena no haber podido cumplir ninguno de los propósitos que nos hicimos entre la cena, la borrachera y la resaca de tres días de fin de año. Un año más se va y nosotros somos más viejos… ya saben lo que opino sobre esto y no voy a incidir en lo mismo.

Pero hay algo que si que me gusta.

Verán, me considero una persona absurdamente ordenada. Me gusta organizar, llevar cuenta de las cosas y saber donde está todo en cada momento. Por ello, sobre diciembre, me gusta volver la vista atrás y ver que ha pasado y luego, girarme, ver hacia el futuro. ¿Y saben lo que veo en él? Llamas, fuego y destrucción.

Por favor, no se asusten. No es ninguna visión del inevitable apocalipsis al que nos dirigimos, no me voy a poner en plan depresivo, así que aléjense lentamente de los botones del pánico.

Se dice que el pasado ya pasó, que el presente es un regalo, pero el futuro… es una incógnita, y como algo que no controlas, que desconoces, que está ahí pero no puedes manejar, asusta. Y de una manera más personal, a mi me aterra.

Porque el día a día ya es complicado, y cada vez lo es más, pero ¿quién me garantiza a mi que lo que viene será mejor? Que no habrá una guerra civil, que mi familia seguirá bien, que nada le ocurrirá a mis amigos o que alcanzaré mis metas personales.

¿A ustedes no les pasa? Todos tenemos personas que nos importan, sueños por cumplir y cosas que queremos lograr. Ya sea entrar en la carrera soñada, seguir viendo a esa chica que te gusta en clase, ir a ese país exótico o probar la comida china y no morir en el intento. Todos queremos algo para los próximos doce meses de nuestra vida, pero las circunstancias no están en nuestras manos para lograrlo.

Tal vez la situación política del país siga igual, o incluso peor. Tal vez se declare una guerra, tal vez el cambio climático sea todavía más agresivo, tal vez lleguen los aliens, tal vez… hay tantos de esos que la lista podría ser infinita.

Pero por favor, respiren conmigo. Recuerden el primer paso. Mirar al pasado ¿qué han logrado durante estos últimos meses? ¿Con quienes los han vivido? ¿Qué retos han superado?

Miren atrás solo unos segundos, maravíllense por haber sobrevivido un año más cuando el mundo solo se dedica a desmoronarse bajo sus pies o a meterles obstáculos en el camino. ¿No ha sido un viaje emocionante? Porque para mí, lo ha sido.

No les voy a mentir, ni tampoco a dar detalles que a nadie le interesan, pero ha sido una época de locos y ni yo me creo que haya llegado a este punto. Pero lo he hecho y ahora me río de lo malo y lloro por las cosas buenas que me han pasado, por todo lo que he logrado y superado. Y me lo llevo conmigo, al 2020, porque un año nuevo, no es un reinicio, es una continuación.

Y esa es mi esperanza, para ustedes, y para mí. Porque el futuro es aterrador, aunque también sorprendente. ¿A qué retos me enfrentaré? ¿A quién conoceré? ¿Cuánto más puedo mejorar y crecer?

Y con las piernas temblando del terror y una sonrisa ilusionada en la cara, no puedo esperar para descubrir que es lo siguiente que vendrá. Porque sea un milagro o el fin del mundo, será increíble.