Limitar el acceso a la vida política, económica y pública es también violencia contra la mujer

28 de noviembre 2020
Actualizada: 18 de junio 2024

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado el 25 de noviembre como Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujeri>. Señalar una fecha en el calendario sirve para llamar la atención de forma particular pero defender la igualdad debe ser propósito de cada día, en cada ámbito y tarea de todos, mujeres y hombres

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado el 25 de noviembre como Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.Señalar una fecha en el calendario sirve para llamar la atención de forma particular pero defender la igualdad debe ser propósito de cada día, en cada ámbito y tarea de todos, mujeres y hombres.

La ONU define la violencia contra las mujeres como "todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada".

En esta lucha se pone especial énfasis en la violencia ejercida en el ámbito doméstico y en la violencia sexual. Los hechos y sus consecuencias son más que alarmantes y justifican sobradamente esta preocupación que por demás es global. La discriminación hacia la mujer alcanza tal magnitud que constituye uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS) de la ONU.

Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas se consigue avanzando en diferentes frentes que incluyen el acceso a la educación y a las tecnologías. Es también uno de estos frentes asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y, la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles en la vida política, económica y pública.

Este aspecto de la lucha por la igualdad es menos visible, menos mediático y menos atendido pero también tiene sus cifras y sus secuelas. En la vida política, la presencia de las mujeres en los parlamentos nacionales no alcanza el 24%.De 50 universidades públicas españolas solo hay 9 rectoras, proporción desequilibrada si se tiene en cuenta que algo más del 40 % del profesorado universitario son mujeres.

En el rural, las cifras de malos tratos son elevadas pero las denuncias tardan mucho más en producirse que las áreas urbanas, a lo que se suma la discriminación en el terreno laboral. Como señala la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) ello se manifiesta en varios aspectos, como por ejemplo, las limitaciones a ocupar cargos de responsabilidad, la limitación a realizar solo ciertos trabajos, o el menor acceso a los negocios agrarios.

La lista de científicas, artistas, educadoras, políticas, deportistas de ayer y hoy, que han sido y son olvidadas, no reconocidas y menospreciadas es interminable. La astrónoma María Winkelmann-Kirch, Alice Guy, directora y productora de cine, María Moliner bibliotecaria y lingüista, son solo alguna de ellas. La Historia se ha construido suprimiendo nombres ex profeso o relegándolos a un segundo plano.

La igualdad de género en el ámbito laboral no se soluciona con curas que lleven a una falsa cicatrización. Las medidas son insuficientes y por veces, algunas de ellas, no conducen a un auténtico empoderamiento de la mujer. Aún hay que ganar conciencia en este terreno, el no reconocer la valía de las mujeres o limitar su acceso a la vida política, económica y pública es también violencia.