Libasse Guèye: No, gracias

12 de marzo 2023
Actualizada: 18 de junio 2024

No basta con que pida perdón. No basta con que dé explicaciones, no ya a su desplante, sino a las tomaduras de pelo que han supuesto sus esporádicas apariciones en redes sociales. Hay algo que se llama DIGNIDAD, y si tenemos que descender, ya lucharemos para recuperar la categoría, que no se acaba el mundo, pero “figuritas” como Libasse Guèye no deberían volver a vestir más una camiseta como la granate, que a todos nos une, menos a él

Dos meses y medio después, reapareció públicamente Libasse Guèye en Pontevedra. Lo hizo del mismo modo en que se fue, con total secretismo por su parte y por la del club granate, que decidió, desafortunadamente, convertir en una especie de “Expediente X”, lo que a todas luces era una actuación de intolerable indisciplina deportiva, además de una gravísima falta de respeto hacia el club que le paga (y se supone le ha seguido pagando) y hacia sus compañeros, a los que dejó tirados en vísperas de un partido que, de haberlo ganado, podría aportar a las arcas granates la solución a su histórico agujero económico.

El extremo senegalés, que se fue de vacaciones con el buen sabor de boca que dejó su primera titularidad de la temporada al lograr los dos goles que supusieron el triunfo en Copa del Rey de los granates frente al Tenerife, debía haberse presentado el 29 de diciembre, como hicieron todos sus compañeros, para preparar el partido de Copa frente al Mallorca, pero no lo hizo, ni, al menos que se sepa, se puso en contacto con nadie del club para dar explicaciones de su indisciplina.

Desde fuentes oficiales, el mutismo ha sido absoluto y de Guèye, desde entonces, las únicas noticias recibidas fueron interactuando con diversas publicaciones, entre ellas dándole a 'me gusta' a dos post del perfil oficial de Twitter del Pontevedra Club de Fútbol, una relativa al primer entrenamiento post-navideño y otra con el anuncio del fichaje de Derik Osede.

Tras ello, el pasado 11 de enero, en un perfecto español, compartía en Twitter: "Me siento muy bien". Un mes y diecisiete días después de nuevo hizo uso de esta red social para compartir, esta vez en francés: "Tienes que concentrarte mejor en ti porque nadie lo hará por ti". Acompañando el mensaje con una fotografía en la que el todavía futbolista del Pontevedra lucía un reloj dorado.

Luego, nuevo silencio. En el club nadie informaba, hasta que, a comienzos de la presente semana circularon rumores de que había sido visto en Pontevedra. Esos rumores se confirmaron el sábado, cuando acudió a Pasarón, sentándose en la Grada Sur, encapuchado para intentar pasar desapercibido, mientras veía el partido contra el Algeciras, e incluso se permitió el lujo de festejar el gol que significó la victoria granate, con un nuevo post, esta vez en su cuenta de Instagram, con la palabra “goal”.

Al término del partido, el incomprensible mutismo del club se mantuvo, por lo que debió de ser el entrenador, Juan Señor, quien declarase: “"Me han comentado que está aquí y puede estar a mi disposición. Será un jugador más y bienvenido siempre y cuando esté en condiciones. Ni lo he visto, ni lo conozco ni me lo han presentado. El lunes estaré con él, para mi es uno más".

Luego se le preguntó al capitán, Charles, quien, mordiéndose la lengua y sin decir nada, creo que lo dijo absolutamente todo, o al menos así cabe interpretarlo, cuando indicó “Mejor no hablar, mejor que hable quien tenga que hablar, me callo y ya está, por el bien de todos”.

Es evidente que, diga lo que diga Juan Señor, entre sus hombres no parece que el regreso de Guèye vaya a ser motivo de fiesta, ni de que le reciban con los brazos abiertos. Se consideran traicionados por su todavía compañero, y eso en un vestuario no se perdona así como así.

Cierto es que la situación deportiva del club es más que delicada, pero quizás precisamente por eso, introducir en el vestuario un elemento de discordia no parece buena idea, cuando todos los demás siguen implicados en la causa común.

Además, y eso ya es una opinión personal mía, al Pontevedra, a su afición, a su historia, se le respeta, algo que no hizo un jugador que, de momento, no ha empatado con nadie.

No basta con que pida perdón. No basta con que dé explicaciones, no ya a su desplante, sino a las tomaduras de pelo que han supuesto sus esporádicas apariciones en redes sociales. Hay algo que se llama DIGNIDAD, y si tenemos que descender, ya lucharemos para recuperar la categoría, que no se acaba el mundo, pero “figuritas” como Libasse Guèye no deberían volver a vestir más una camiseta como la granate, que a todos nos une, menos a él.

Que él y sus representantes pasen por caja, compren su libertad y que se vaya por donde ha venido. Tanta paz encuentre como descanso deja.

Por lo que a mí respecta, Libasse Guèye: No, gracias.