Las palabras no protegen de las balas

11 de junio 2023
Actualizada: 18 de junio 2024

Hace apenas unos días el asesinato de una mujer venía a mostrarnos una realidad que debería llevarnos a una profunda reflexión sobre lo que no se está haciendo bien, y sobre todo, las causas y motivos por los que no se toman medidas reales y serias.

Hace apenas unos días el asesinato de una mujer venía a mostrarnos una realidad que debería llevarnos a una profunda reflexión sobre lo que no se está haciendo bien, y sobre todo, las causas y motivos por los que no se toman medidas reales y serias.

Es hora de pararnos a pensar que significa que en una sociedad como la nuestra sigan dándose estas circunstancias y que se acabe con la vida de personas de una forma monstruosamente irracional.

Deberíamos, quizá, ampliar ese pensamiento y ponernos serios ante la banalización de algo tan grave y que, en mi opinión, se produce a causa de políticos que han convertido este drama en réditos electorales dando una imagen penosa y creando confusión al ver, nosotros los ciudadanos, que por una parte claman contra esta violencia y paralelamente la excarcelación y rebaja de condenas de más de 1000 agresores, pederastas... todos ellos depredadores, sea, en primer lugar negado, en segundo acusando a otros de fachas y machistas, en tercer lugar que no hubiese nadie que parase esa locura, y al final, después de muchos meses... Dónde dije digo digo Diego y no pasa nada.

Es una vergüenza y una irresponsabilidad imperdonable que millones de euros y más de 300 cargos entre vicesecretarías, subsecretarías, secretarías, ayudantes de secretarías... no hayan servido más que para dispersar la atención de la ciudadanía, olvidar a las víctimas y lo que es aún peor, ver como un logro feminista como el de conseguir que los delitos sexuales y la violencia hacia la mujer sea considerado un delito grave y que la sociedad mostrase su repulsa a que ahora, según dice una vicesecretaría, lo importante no es que cumplan 2 años más o menos.

Nadie asume responsabilidades, nadie dimite de su cargo, nadie reconoce que no se puede legislar sin criterio ni conocimientos y tampoco nadie asume que no es suficiente con decir que esta mal.

Hay que cambiar protocolos, hay que revisar lo que falla en atención a las víctimas, hay que dotar de medios a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado,  hay que aumentar el número de efectivos y dejar de usar a estos grupos para una foto cuando la realidad es que no llegan, hay que formar a los funcionarios públicos en todos los ámbitos, y sobre todo, hay que ser serios  porque cada vez que se sucede un crimen violento queda de relieve que las palabras quedan muy bien pero no protegen de las balas y de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.