La I.A. ya estaba aquí

10 de abril 2024
Actualizada: 18 de junio

Las noticias sobre la Inteligencia Artificial llevan un tiempo ocupando y preocupando en los medios de comunicación. Se presta tanta atención a los avances recientes como a las amenazas latentes

Las noticias sobre la Inteligencia Artificial llevan un tiempo ocupando y preocupando en los medios de comunicación. Se presta tanta atención a los avances recientes como a las amenazas latentes.

Lo cierto es que los seres humanos llevamos ya un tiempo pintando la mona con las inteligencias artificiales: hace casi un cuarto de siglo la compañía japonesa Honda presentaba ASIMO, un robot con forma humana que caminaba como una persona, pero las investigaciones con robot humanoides habían comenzado en 1986. En La guerra de las galaxias (1977) nos familiarizamos con C3PO, una especide de robot mayordomo con características humanoides. Su diseño estaba inspirado en otro filme, Metrópolis, de Fritz Lang (1927) y en un robot femenino Maschinenmensch (máquina humana en alemán). Es decir, que hemos sido siempre mucho de fantasear con la inteligencia artificial y nos ha molado siempre dotarla de forma humana.

Se está extendiendo el uso de una herramienta digital, ChatGPT (de Chat Generative Pre-Trained Transformer). Un chatbot es un sofware basado en IA que puede mantener una conversación en tiempo real por texto o por voz. Chatbox textuales son los que usan las webs de bancos, aseguradoras, agencias de viajes, etc. ChatGPT fue desarrollado por OpenAI en 2022 y todo el mundo está comenzando a usarlo en lugar de googlee cuando quiere conocer o verificar algo. Eso que se hace en los bares y cafés, en mitad de una disertación filosófica para demostrar que tenemos razón y que Isabel Pantoja tiene x años. El servicio es gratuito de momento, ya se monetizará cuando estemos todas enganchadas como monas. Hace unos meses la compañía informó que el producto tenía cien millones de usuarios a la semana.

Si tomamos la expresión literalmente, la inteligencia artificial lleva un rato ayudándonos o complicándonos o mediatizando nuestras vida. Desde robots de cocina hasta telefonía móvil, desde ordenadores personales, soluciones empresariales, modelos predictivos, etc, etc. Lo que llama muchísimo la atención ahora (y asusta no poco) es la posibilidad de componer canciones, redactar textos, crear ilustraciones, etc con un simple programa.

Con todo, no se le pueden poner puertas al campo, y este tiene unas dimensiones descomunales: no hay donde encontrar puertas de ese tamaño. Nuestra vida cambió cuando se inventó el automóvil o la televisión o internet. Con la I.A. va a ocurrir lo mismo, habrá un antes y un después de su desarrollo global. Y, aunque entra el canguelo porque ese es su oficio, el del canguelo, sería mucho peor si en lugar de Inteligencia Artificial estuviésemos hablando de Voluntad Artificial o de Conciencia Artificial. Eso ya serían palabras mayores. ¿Se acuerdan de la oveja Dolly? Nos echamos a temblar con esa primera clonación de un animal. Parece que se nos venía encima el cielo entero (lo único a lo que temían los galos de Áxterix) pero ya han pasado veintisiete años. Y ni tan mal.