La Burla Negra, el defensor de Pedro

12 de noviembre 2023
Actualizada: 18 de junio 2024

En la Pontevedra de 1805, nació un tal Benito Soto, quien se enroló en un buque de nacionalidad brasileña dedicado a la venta de esclavos, denominado “El Defensor de Pedro”. El pontevedrés no tardó más de un año en amotinarse contra su capitán y tomar el control del navío, al que alguien en el tiempo renombró como “La Burla Negra”

En la Pontevedra de 1805, nació un tal Benito Soto, quien se enroló en un buque de nacionalidad brasileña dedicado a la venta de esclavos, denominado “El Defensor de Pedro”. El pontevedrés no tardó más de un año en amotinarse contra su capitán y tomar el control del navío, al que alguien en el tiempo renombró como “La Burla Negra”.

Estas semanas, para muchos electores, están siendo una auténtica burla negra para defender a Pedro, y la originalidad de las coincidencias sirve para introducir un tiempo de política en este país, un tanto degradada. La democracia es dialogar, fomentar la convivencia y gobernar para todos, no solo para los que te votan. Lo cierto es que tras las elecciones de julio, todos sabíamos que había un escenario de difícil gobernabilidad, pero también conocimos a Pedro Sánchez, tan acostumbrado a la piratería, también informática, con “hackeos” a su teléfono y al de personas de su gobierno. Pedro es capaz de, por el bien de España, engañarnos a todos; olvidando que la democracia también es que los legisladores respeten la ley, los derechos de todos y los procedimientos parlamentarios.

La actividad delictiva de la piratería, que actualmente existe donde las fronteras son borrosas y el orden y la ley flojean, tiene sinónimos comunes con las negociaciones de investidura. Delito, saqueo y perversidad, a los que podríamos añadir traición, infamia y ruindad. Los piratas de otros tiempos estaban acostumbrados a las actas de gracia que firmaba el Rey y consistían en una amnistía general; los piratas de hoy no tienen loro, garfio ni bandera, pero sí amnistías, prófugos de la Justicia e islas del tesoro (Monte Tropic), con el permiso de Marruecos.

La historia, que ha demostrado que ningún barco es insumergible, debe asumir los resultados electorales porque se avecina una legislatura cuanto menos movidita. Como dijo Benito Soto en su lecho de muerte: “Adiós a todos, el espectáculo ha terminado”. A lo que yo añadiría, mientras tanto, sálvese quien pueda.