Hágale pues

29 de diciembre 2021
Actualizada: 18 de junio 2024

"Hágale y después vea cómo resuelve" es la frase más acertada que me han soltado últimamente.

"Hágale y después vea cómo resuelve" es la frase más acertada que me han soltado últimamente.

Y es que cada vez son más frecuentes los noes, las angustias premonitorias y las repentinas calamidades domésticas que parece que cualquier acto que hasta ahora parecía cotidiano, se vuelva un imposible estos días.

Y tengo claro que a mí la pandemia me debe mucho. Y esa cuenta del "deber" mayor al "haber" me deja un saldo deudor que no pienso perdonar ni por una invasión extraterrestre. 

Lo primero que tengo que "hagalear pues" es un viaje con una compañía aérea que debo canjear antes del 31 de diciembre y que pierdo el culo por poder disfrutar de una bendita vez. Y en esas estaba, decidiendo si ir a Bali, a Colombia, a Kenia o a Castellón, cuando un leve dolor de garganta del domingo me lleva a urgencias el martes, con un malestar no tan leve.

Recuerda el profesor y columnista Paco Sánchez en su artículo Mediocridad satisfecha que "los propósitos, también los frustrados, engrandecen el ánimo" evocando a lo que más temía Dostoyevski, la mediocridad.

Y aquí es en donde me veo reflejada, pues compruebo mi absoluta predisposición por engrandecer mi ánimo con tantas frustraciones, pues yo ya con hagalear lo que puedo, me llega.

El carallo, higuepucha, siempre es como resuelvo.