Hola, y sé bienvenido a esta guía introductoria sobre el mundo en el que has nacido.
En primer lugar, permite que nos disculpemos por dejarte una Tierra en este estado. Como en cualquier contrato de alquiler, se nos pidió solo una cosa y era devolverla tan bien como la encontramos. Y como estudiantes universitarios, no hicimos ningún caso y te hemos dejado… esto.
Sabemos que tendrás preguntas y ya nos pitan los oídos en la tumba por las maldiciones que estás soltando sobre nuestra persona, y eso que ya no tenemos tímpanos. ¿En qué estábamos pensando?, ¿qué es eso de la atmósfera?, ¿nos educaron animales? Si te somos sinceros, todo habría salido mejor si nos hubieran enseñado las miles de especies que nosotros hicimos desaparecer. No te preocupes, tú las conocerás en libros, documentales antiguos de la 2 o en los muchos zoos interactivos con sus clones potencialmente peligrosos y alterados genéticamente. Como ves, no aprendemos ni de las películas de Spielberg.
Habrás comprobado que eso de respirar por tu cuenta ya no es más que una fantasía. Por favor, no te quites más que para lo imprescindible la mascarilla si aprecias tu vida, porque es obvio que nosotros no. Eso de la atmósfera respirable y el oxigeno es un cuento muy antiguo y que nosotros te agotamos. ¿Quién iba a pensar que algo así podría terminarse como si fuera petróleo? También es nuestra culpa, pero para esto si que teníamos excusa. Verás, es que a los animales, los que vivían en nuestra época, no les gustaba mucho lo de pastar en la jungla. Los árboles, esos que nunca conocerás, molestaban un montón para la construcción y la expansión de nuestra gran especie, así que los quemamos. Claro que ellos eran los encargados de producir gran parte del aire limpio, pero si te somos sinceros, en aquella época solo pensábamos en el dinero porque la salud no da la felicidad. Por ello, si algún día coges un mapa antiguo y ves un montón de verde en el sur del continente americano, en Europa y o si incluso ves algo blanco por los límites del mundo, no te asustes, no es que alguien haya pintado en el. También te sorprenderás sobre que es eso azul que lo envuelve todo, pero no te preocupes, eso estuvo y tu ya nunca lo verás.
Dejamos que nuestros líderes, grandes presidentes con ansias de expansión y pocas luces, nos convencieran con sus mentiras sobre que el mundo no estaba cambiando. Que el calor era normal, que sí queríamos comer más sano debíamos hacer sacrificios y que el plástico era algo bueno y que tirarlo al agua no nos mataría.
Todo mentiras, claro, pero a nosotros no nos afectaría y tú no habrías vivido tiempos mejores para poder quejarte. Por eso esta guía, aunque más que eso, es una carta de disculpa.
Porque por nuestra culpa no sabrás lo que son unas Navidades blancas o salir a correr por un parque con hierba, plantas y pequeños insectos. Por nuestra culpa morirás joven por numerosas enfermedades que la contaminación ha creado y para las que no estábamos preparados. Por nuestra culpa, has nacido en un mundo que no le desearíamos ni a esos presidentes que aceleraron nuestra destrucción. Solíamos bromear con que un meteorito arrasaría la Tierra, pero siempre fuimos nosotros los que la amenazábamos con más fuerza.
Lo siento, pequeño, por el mundo que te hemos dejado. Fuimos demasiado lentos y tontos para pararlos.